Vaticano reabre su consulta mundial sobre divorciados y homosexuales
El Vaticano reabrió ayer una consulta mundial en la Iglesia Católica sobre la forma de tratar a los divorciados y a los homosexuales, como parte de sus esfuerzos para adaptar sus posiciones a la forma de vida de las familias modernas.
Líderes católicos de todo el mundo, que en octubre debatieron sobre la cuestión en un sínodo en el Vaticano, deberán consultar ampliamente a sus comunidades antes de reunirse de nuevo en diez meses.
El Vaticano les entregó para ello un cuestionario de 46 preguntas para medir su sensibilidad frente a cuestiones como aceptar a las parejas que viven juntos sin estar casados o relajar la prohibición de comulgar a los divorciados que volvieron a casarse.
En cuanto a los homosexuales, el documento del Vaticano señala: "Evitando cualquier discriminación injusta, ¿cómo podemos cuidar de la gente en esas situaciones, a la luz de la palabra de Dios? ¿Cómo podemos cumplir las demandas de la voluntad de Dios en su situación?".
Una primera ronda de consultas realizada este año en preparación del sínodo de octubre reveló que una mayoría de católicos no entendía o seguía las enseñanzas eclesiásticas sobre la ética sexual o del matrimonio.
El Vaticano pidió ayer a los obispos que informen sobre los resultados de la consulta antes del 15 de abril de 2015, para elaborar un documento de trabajo a partir de los datos recopilados que debería publicarse antes del verano (boreal).
Se espera que el segundo sínodo del Vaticano se celebre entre el 4 y el 25 de octubre y que allí los obispos formulen recomendaciones de reforma al Papa Francisco, que tendrá la última palabra en cualquier posible cambio.
Aunque no se espera que cambie principios fundamentales de la Iglesia, el Papa ha señalizado su deseo de abrirla a quienes considera pecadores. El año pasado, dijo de los homosexuales: "Si una persona es gay y busca a dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?".