El diario sagitariano
En época en que los horóscopos preocupan a las gentes, ayudándolas a "ver" lo que les espera, ¿por qué no pensar que El Mercurio de Antofagasta es sagitariano? Nació el 16 de diciembre de 1906, cuando apenas corrían seis años del nuevo siglo.
Por sagitariano, este diario muestra singulares rasgos y ha existido con matices de espiritualidad y practicismo. Su hermano mayor, el de Valparaíso, iba para octogenario, al empezar a vocearse y nadie, tal vez, recordaba que "El Caracolino" de Vernaza, abrió, aquí, el fuego de las noticias.
"El Mercurio" entraba a los hogares antofagastinos para acentuar la huella de los primeros periódicos locales. Tras las páginas de "El Caracolino", vinieron las de "El Litoral", nacido en cuna de papel sellado, fundado por el abogado Manuel Othon, quien contrató al periodista Ramón Segundo Arancibia para que las condimentara con la sal y pimienta de su ingenio.
Arancibia sirvió, más tarde, a "El 14 de Febrero", de Quiterio Carrera. Este periódico fue la consecuencia escrita de la ocupación victoriosa de Sotomayor. Arancibia, hombre de estacas afiladísimas, desafió a "combo limpio", a un periodista peruano de Iquique. Este era Federico C. i Legrand, de "El Tiempo", que dedicó a los chilenos varios párrafos amargos.
Por lo que el "El Catorce de Febrero" nos informa, podemos indicar que las primeras lecciones de inglés se dictaron, acá, por miss Jeffrey, directora del "Colegio Inglés", de Bolívar 30.
No demoró en surgir el Colegio "Inglés", de Sucre 51. Lo publicó "El Pueblo Chileno" que inició sus ediciones en abril de 1879. Este periódico anunció que los fotógrafos Garreaud y Leblaanc se ofrecían para retratar todos los rostros de la ciudad.
El "Mercurio" de Antofagasta cumple el 16, setenta y tres años. Pero, contándole la bella tradición que lo cimenta de 1872, es un sagitariano con ciento siete flechas disparadas contra el olvido, un sagitariano con ciento siete flechas para llevar, lejos, en el tiempo, la historia brava de este puerto y de sus hijos.