El aporte de la sabiduría
Por estos días se ha reconocido el aporte de dos ilustres antofagastinos que han desarrollado sus carreras profesionales al alero de la investigación y divulgación de las letras y las ciencias.
El primero de ellos ocurrió a fines del mes pasado: Sergio Gaytán Marambio fue incorporado como miembro correspondiente por Antofagasta de la Academia Chilena de la Lengua.
El discípulo de Andrés Sabella Gálvez fue reconocido en su labor de escritor, investigador y gestor cultural, labor que ha desarrollado incansablemente y hasta el día de hoy en sucesivas publicaciones de todo tipo, pero siempre de enorme nivel y rescatando el aporte hecho por Antofagasta y en general de todo el Norte Grande.
Gaytán se suma a otros dos antofagastinos actualmente presentes en esa instancia: Osvaldo Maya y José Luis Samaniego y otros anteriores como la hermana Elsa Abud Yáñez.
Pero el caso de Gaytán Marambio no es el único.
Ya este mes fue el turno de Guillermo Chong Díaz, quien recibió el grado de Doctor Honoris Causa, por parte de la Universidad Católica del Norte.
Geólogo, doctor, autor de una decena de publicaciones, gestor, docente, son algunas de las características de una persona que ha puesto en relieve la importancia de nuestro desierto para entender la humanidad y delinear planes futuros de exploración a otros planetas.
Chong se suma a una generosa lista de otros referentes locales que han hecho historia de la grande, como los académicos e investigadores Lautaro Núñez y Carlos Espinosa.
En todos los casos citados, llama la atención la edad de los distinguidos. Muchos, o todos, podrían estar jubilados, descansando, sin embargo han preferido el rigor de seguir trabajando.
Y su móvil es el amor por la sabiduría, por el conocimiento, por el rescate y la enseñanza a otros. ¡Qué mejor! En el mundo de lo desechable, las personalidades de este tipo nos hacen más grandes con su ejemplo y su enorme y generosa labor.
Muchas Gracias, Sergio; muchas gracias, Guillermo.