Un policía mató el martes a un joven negro en Berkeley, Missouri, localidad estadounidense cercana a Ferguson, que en los últimos meses ha sido escenario de violentas protestas de la población afroamericana. Según las autoridades policiales, el agente actuó en defensa propia.
Una multitud de unas 100 personas se reunió ayer por la madrugada en la bencinera donde se produjo el tiroteo. Berkeley, un suburbio de Saint Louis, se encuentra a unos tres kilómetros de Ferguson, donde un policía blanco mató en agosto pasado a Michael Brown, de 18 años y que era negro.
El sargento Brian Schellman, vocero de la policía regional, indicó que el agente, perteneciente la policía de Berkeley, se encontraba realizando una ronda de rutina en una estación de servicio en torno a las 11.15 de la noche cuando vio a dos hombres y se les acercó.
Uno de los hombres sacó un arma y apuntó al agente. El policía hizo varios disparos, alcanzando e hiriendo de muerte al hombre, dijo Schellman. La segunda persona huyó y se recuperó el arma del fallecido.
La policía del condado informó que se encuentra dirigiendo la investigación para dilucidar las circunstancias del hecho.
La identidad del muerto no se hizo pública en un primer momento, aunque el diario St. Louis Post Dispatch dijo que una mujer en el lugar lo identificó como su hijo, Antonio Martin, de 18 años.
Toni Martin dijo al citado medio que su hijo estaba con su novia en el momento de la balacera.
El cadáver del joven permaneció más de dos horas en el suelo del estacionamiento de la bencinera, ante la indignación de los asistentes, según el medio local.
Altercados
Los manifestantes reunidos de madrugada se apostaron en torno a la bencinera, algunos gritando y retando a los agentes de policía. Algunos mostraban tiras de cinta amarilla policial alrededor del cuello, mientras que otros las llevaban en torno a la frente.
Agentes de varias agencias, algunos con material antimotines, se ubicaron entre los manifestantes. Al otro lado de la calle, las puertas de cristal de otra bencinera estaban destrozadas y había policías delante de la puerta, cortando el acceso al negocio.
Entre los manifestantes estaba Orlando Brown, de 36 años y residente en el cercano Saint Charles. Dijo no conocer todos los detalles sobre el tiroteo, pero que se preguntaba si se trataba de un caso de agresión policial.
"Entiendo que los agentes de policía tienen un trabajo y tienen la obligación de volver a casa con sus familias al final de la noche", dijo. "Pero, ¿tienes que tratar cualquier situación con fuerza letal? No es un asunto racial, ni de negros o blancos. Es de lo correcto y lo incorrecto".
Brown dijo que fue rociado con gas pimienta durante la protesta, cuando la policía intentaba separarlo de un amigo al que tenía agarrado de la mano. Su amigo, dijo, fue arrestado por no dispersarse.
Ni Schellman ni la policía de Berkeley pudieron confirmar en un primer momento que se hubiera empleado espray de pimienta o que se hubiera realizado arrestos. Sin embargo, The St. Louis Post Dispatch reportó al menos tres detenciones. Además, las imágenes del lugar emitidas por el medio en su sitio web mostraban a agentes forcejeando con unos pocos manifestantes.
La muerte de Michael Brown llevó a semanas de protestas y algunos saqueos en la zona de Saint Louis, acciones que se reanudaron el mes pasado cuando un jurado de instrucción decidió no procesar al policía que le disparó.
Un grupo contra la violencia policial hacia los negros convocó a una manifestación masiva en Times Square (Nueva York) el próximo 31 de diciembre por la noche, desafiando la moratoria solicitada por el alcalde de Nueva York después de la muerte de los dos agentes de policía. El 14 de diciembre pasado, a lo menos 25 mil manifestantes paralizaron varios barrios del estado Nueva York y miles más marcharon en Washington para exigir justicia para los negros asesinados por policías blancos.
100
personas se reunieron la madrugada de ayer en torno a la bencinera. Hubo al menos tres detenciones.
31
de diciembre por la noche fue convocada una protesta en Nueva York contra la violencia policial.