Con una ovación del público asistente llegó cerca de las 18 horas de ayer al campamento ubicado en La Portada el piloto antofagastino Marco Reinike, luego de finalizar en la posición 65 la quinta etapa del Rally Dakar 2015.
El competidor local no ocultó su alegría con el recibimiento de los asistentes, además de comentar lo difícil del trazado entre Copiapó y Antofagasta.
"La etapa estaba muy peligrosa, quedaron muchos pilotos tirados en el camino. Partí fuerte pero dos quads se me pusieron por delante tirando mucho polvo. Estuve 160 kilómetros tragando tierra. En una me pegué un salto en una quebrada y toqué fondo con la rueda trasera soltando un cable eléctrico y la moto se paró, pero lo pude arreglar", esgrimió.
Compañía
Pero esta llegada al campamento fue especial, ya que en el lugar se encontraba su padre Maxwell, su hermano Max y su pareja Sheila.
Fue el padre del competidor quien comentó que como familia ya se acostumbraron a esta aventura de Marco en el Dakar.
"Siempre nos pone nervioso esto del Dakar. Él trabaja de lunes a viernes y entrena los fines de semana. Este es su cuarta carrera y nosotros lo apoyamos al 100%. La mamá es la que se pone más nerviosa, pero Marco le gusta esto desde chico y lo apoyamos", sentenció Maxwell Reinike.
Otro de los apoyos importante del antofagastino es esta competencia es su hermano menor Max, el cual no oculta su orgullo por lo que está haciendo el piloto.
"Esta es la cuarta vez que Marco compite por lo que ya confiamos más en él. Estamos bastante orgullosos ya que lo vemos como el dakariano del pueblo", agregó el hermano.
Pero sin dudas quien más sufre, pero a la vez más apoya al antofagastino es su pareja Sheila López.
La joven explica que la aventura de se novio le provoca nerviosismo, pero aún así comparte su pasión por las motos.
"Me pongo muy nerviosa los 15 días que Marco está compitiendo pero entiendo que esto es su pasión y trato de compartir lo más que puedo, a pesar que se que dedica mucho tiempo a su entrenamiento", finalizó.