La vida le presentó obstáculos, pero ella con fuerza, garra y alegría siempre salió adelante. Su mayor tesoro son sus hijos, aquellos por quienes se levanta día tras día.
Marcia Vásquez Díaz fue premiada a nivel regional por Corfo, en Pyme como categoría "Mujer Emprendedora". En su peluquería da la oportunidad de trabajo a personas con discapacidad, algo que la tiene tremendamente orgullosa.
¿Naciste en el seno de una familia de mucho esfuerzo?
-Nací en Vallenar, pero me siento una antofagastina por adopción porque a los tres meses de nacida mi familia se vino para acá. Me criaron mis abuelos y soy hija única. Ellos se establecieron en esta ciudad en la población Miramar. Recuerdo una niñez muy feliz, pero de mucho esfuerzo. Mi abuelita lavaba ropa ajena y mi abuelo trabajaba como garzón. Ellos se encargaron de mí y me daban toda su atención. La enseñanza básica la cursé en la ex Escuela de Niñas N° 2 y la media la hice en el Liceo de Niñas.
¿Desde muy joven empezaste a trabajar, supiste de esfuerzo?
-Desde pequeña me gustaba estudiar, pero también pensaba en tener una familia. La vida me dio sorpresas porque a los 15 años me casé.
Después de once años me separé, y pese a tener un hijo, yo siempre trabajé. Recuerdo que desde niña ayudaba a mi abuelita en el lavado de la ropa, hacíamos empanadas y las salíamos a vender. Yo salí ambiciosa en el buen sentido de la palabra a fin de esforzarme para obtener algo, nada llega como regalo, hay que luchar.
Familia
¿Tu principal tesoro son tus hijos, son tu mayor aliciente?
-Efectivamente, tengo dos maravillosos hijos, Waldo (33) y Christopher (23). Además están mis nietos, Waldo de 11 años y Lucas de 5 años. He trabajado mucho en mi vida para cuidar a mis hijos. Fui garzona, sandwichera, administradora de local, cocinera, secretaria, vendedora, enfermera, peluquera, es decir, en todo lo que fuera trabajar yo estaba lista y con entusiasmo.
¿Por ellos has tenido que sortear muchos obstáculos?
-Siempre me gustó mucho arreglar a mis amigas, peinarlas, pintarlas, quería que se vieran bonitas. Al detectarse la enfermedad de mi segundo hijo, tuve que optar por tener una ocupación que me permitiera pasar más tiempo en casa.
Pensábamos que era una meningitis la que lo afectó, pero en Santiago los especialistas detectaron que tenía una epilepsia mioclónica.
Es una epilepsia de difícil manejo y requiere muchos medicamentos y tratamientos. Mi hijo tiene un retardo sicomotor, no coordina bien.
Algunas personas suelen no mirar este lado, tienden a aislar a quienes tienen una discapacidad, discriminan. Pero yo salí adelante, llevé a mi hijo a la Teletón y a Coanil.
¿En qué etapa está su tratamiento médico?
-Cuento con el apoyo del policlínico. La doctora del Consultorio Norte viene a verlo. El no es autovalente, diría que en un 90% depende de mí. Hay períodos en que estás muy bien, y en otros decae.
El hace convulsiones muchas veces, pero yo con los años he ido ganando experiencia y sé qué debo hacer.
Ahora gracias a Dios cuento con el apoyo incondicional de mi pareja que es Carlos López, quien me ha ayudado en la crianza y cuidados de mi hijo Chris. Entonces mis amigas me dijeron que por qué no me dedicaba a la peluquería, que allí lo haría bien y sería algo que me permitiría estar en casa más tiempo.
Local
¿Cómo llegó tu incorporación al mundo de la belleza?
-Decidí probar y me inscribí en curso por algún tiempo para profundizar mis conocimientos en peluquería. Luego opté por solicitar apoyo en Sercotec, gracias a la orientación de Corfo.
Tuve la suerte de ser una de las favorecidas con un proyecto para montar mi peluquería. Yo tenía la idea y las ganas, y ellos me proporcionaron los recursos para contar con mis implementos.
Comencé a trabajar el 17 de enero de 2014 en mi peluquería ubicada en Ana María Ibaceta 7.737, población Balmaceda. Mi fono de contacto es el 97712448. Estoy feliz porque fui premiada por la Corfo porque mi objetivo es trabajar con personas discapacitadas, es decir, darles una posibilidad de trabajo a personas que tengan impedimentos pero que tengan ganas de superarse.
¿Apuestas por la inclusión, por dar oportunidades a quienes muchas veces son rechazados?
-Esto es algo que necesito hacer en retribución a toda la ayuda que he recibido, y también por tener la experiencia de un hijo con discapacidad. A veces la gente rechaza a quienes son diferentes, pero yo al contrario, voy a las casas de mis clientes que tienen una discapacidad, que están en sillas de ruedas o que son ancianos y no pueden salir de sus hogares.
Yo voy con todo mi corazón a atenderlos. Entonces Corfo se interesó en lo que yo hacía y allí me incentivaron a continuar, a seguir escalando. Recibí el premio Pyme en la categoría "Mujer Emprendedora" y me destaqué a nivel regional entre seis mil postulantes a esa distinción.
Me siento orgullosa y agradecida, y especialmente porque a los proyectos que he presentado les doy buen uso. Ahora tengo a Marta que está afectada por un problema a su vista, pero ella es masajista.