Los Tousco llegaron desde la bella Italia trayendo pan, arte y encanto Familias con historia
emprendedores. Stefano y Joanna instalaron local que ofrece toda clase de delicias.
Stefano Tousco Varisellaz, llegó procedente del Valle de Aosta, que es una región del noroeste de Italia, situada en los Alpes occidentales. Limita con Francia al oeste y con Suiza al norte.
Dejó su vida para recorrer un nuevo camino en Antofagasta, en el desierto más árido del mundo.
El padre de Stefano es Mario y su madre es Roberta. Ambos le inculcaron el sentido del trabajo, la responsabilidad y el esfuerzo. La misma orientación le dieron a su hermana Francesca.
Desde pequeño supo que el sacrificio y la dedicación a un trabajo le darían resultados.
"Por la rama materna, la familia de Stefano elabora, fabrica dulces, chocolates. Toda su familia se dedicó a ese negocio e incluso tienen una fábrica. Desde pequeño se crio en medio de ese trabajo, pues él ayudaba a su madre a vender los productos en los mercados, lo que es una tradición en los pueblos en Italia", dijo Joanna Lang, su esposa.
Quien además comentó que por el lado paterno, Stefano aprendió todo lo relacionado a la restauración de edificios y casas antiguas.
Clientela
Precisamente fueron esos conocimientos los que lo llevaron a instalarse con L'Italiano, una novedosa panadería italiana que hoy atiende a su selecta clientela en Antofagasta.
"Mi esposo aprendió las técnicas de la elaboración del dulce, y luego lo relacionado con la restauración. De hecho, cuando lo conocí él se dedicaba a labores de artesanía en el área de la restauración", comentó.
A los 21 años, la antofagastina Joanna Lang decidió partir a Europa. Estuvo estudiando Literatura y se graduó en Historia (licenciatura de historia en Filosofía). Vivió en Ivrea, una ciudad piamontesa que se levanta en el centro de un anfiteatro.
Amor
"Estudié en Turín y fue hace cuatro años cuando conocí a Stefano. Hace dos años decidimos venir a Antofagasta a conocer a mi familia. El nunca había estado en Sudamérica, pero llegando acá le gustó el ambiente, el clima también. Donde su familia vive hace muchísimo frío ya que están en una zona montañosa", precisó.
Stefano se siente muy grato en la ciudad, le encanta conversar con la gente, y se siente feliz del recibimiento. De cierta manera se siente en casa ya que los chilenos son un poco parecidos a los italianos, por el concepto familiar, de hacer celebraciones, de estar juntos.
Por eso hace casi dos meses decidieron atreverse, hacer el desafío de instalarse con la panadería. Hoy tienen un hermoso local ubicado en calle Esmeralda 1735, casi al llegar a Salvador Reyes, donde atienden de manera personalizada a toda su clientela. Para ofrecer productos originales trajeron a un panadero italiano que también aceptó el desafío de establecerse en el norte de Chile, dejando atrás las montañas.
"Estamos muy contentos con la aceptación de la gente. Abrimos nuestras puertas a las 7.30 de la mañana, y ofrecemos pan corriente en las mañanas, y una diversidad de otros productos. Hacemos pizzas, hay empanadas con carne, queso, jamón, panes de ajo, aceitunas, betarraga, zanahorias, con linaja, semilla, albahaca, cebolla, etc. Hacemos distintos tipos de dulces y todos los días vamos cambiando, como las medialunas, dulces de hojas", comentó.
Ofrecen pan normal, integral y panes especiales. Hay también palitos que tienen sabores y que son apetecidos.
Se trata de una panadería artesanal donde utilizan harina sin blanqueadores. La compran en la Molinera del Norte antes de que hagan la mezcla.
Natural
"Nuestro pedido es sacado antes del proceso. Acá el pan que trabajamos no tiene grasa. Por eso las personas que tienen algunos problemas con la alimentación, saben que cuentan con un lugar donde el pan es más natural", confidenció Johanna Lang.
Stefano está feliz y entusiasmado de vivir en Antofagasta. Le gusta todo lo que está viviendo, y quiere seguir siendo un aporte para la ciudad, ofrecer alternativas saludables para toda la clientela.
Junto a Joanna llegó para quedarse, y mostrar todo el encanto de Italia. Stefano es uno de los tantos inmigrantes que trabaja y aporta a la región.