Esta semana se concretó finalmente la entrega de los siete nuevos carros que reforzarán las tareas de Bomberos en Antofagasta.
Se trata de la renovación más importante que vive la institución en décadas y no sólo por la cantidad de máquinas, sino también por las características de la flota, que considera unidad telescópica, sustancias peligrosas y para rescates, entre otras especialidades.
Sin embargo este importante voluntariado, que en Antofagasta ya tiene 107 años de historia, sigue enfrentando dificultades. Así lo expresa su superintendente, Luis Zárate, quien pide un mayor compromiso del Estado y la comunidad con sus bomberos.
COMPRA
Hace tres meses llegaron los nuevos carros a Antofagasta, ¿Están los todos operativos?
-Efectivamente están operativos. Tuvimos unos problemas de carácter administrativo cuando llegaron. Además faltaban implementos, pero felizmente ahora están en servicio. Si bien falta que entreguen algunos materiales, podemos decir que no afecta su funcionamiento.
¿Qué implementos aún no son entregados?
-Algunos cascos e implementos menores. Hay una escala que llegó quebrada y también deben repararla pero no nos afecta en nada.
Las nuevas unidades tienen grandes dimensiones, ¿presentarían problemas a la hora de atender una emergencia en un sector con calles estrechas?
-Las unidades ya salieron a llamados en sectores como la Chango López u otros del centro alto, y han respondido bien. Es que los carros grandes se paran en las avenidas o calles y los chicos atacan en los pasajes. Estos nuevos vehículos tienen gran potencia de bombeo, por lo que se pueden estacionar a distancia y entregan buena presión de agua.
Antofagasta tiene cada vez más edificios sobre los 20 pisos, ¿la nueva escalera mecánica cubre esa necesidad?
-Nosotros tenemos dos escalas mecánicas. La nueva es una unidad más completa, ya que viene con agua. La otra teníamos que conectarla a un camión para eso. Este tipo de carros los usamos comúnmente para realizar salvatajes de personas que no pueden salir por las vías de escape. Ninguna escala en Chile llega hasta el último piso de un edificio.
¿Hasta qué piso llega la nueva escalera mecánica?
-Hasta el piso 13 aproximadamente. Incluso la antigua es más larga, llega al piso 15, dependiendo del ángulo que tenga. Lo que pasa es que los nuevos edificios cuentan con unos cierres que complican nuestro trabajo en caso de emergencia.
Una de las dificultades con estos nuevos carros se produce afuera de la Comandancia, en Sucre, donde la escalera mecánica no puede salir porque se estacionan autos, ¿esto ha mejorado luego de la intervención municipal que instaló señales y conos?
-Felizmente las autoridades escucharon nuestro reclamo e instalaron señales y conos para advertir a los inconscientes que se estacionan. Yo los considero inconscientes porque no se dan cuenta que las emergencias no avisan y en cualquier momento debemos sacar la unidad sí o sí, y al estar un vehículo ahí no sale. Esa unidad tiene 12 metros de largo y su radio de giro es amplio.
PAPELEO
¿Por qué se atrasó tanto la entrada a servicio de las unidades?
-Muchos problemas de papeles. La empresa fabricante entregó los carros al Gobierno Regional y ellos debían traspasarlos a nosotros. Ahí hubo una demora. También con las patentes liberadas desde la municipalidad, porque había que dictar una resolución. Pero ya está resuelto ese tema y las unidades están en servicio.
¿A cuánto ascienden los gastos operacionales del Cuerpo de Bomberos de Antofagasta?
-Tenemos un gasto anual de $500 millones.
¿Y cuánto es el aporte estatal?
-El Gobierno nos entrega $180 millones a través de la Junta Nacional de Bomberos y la municipalidad nos aportará este año $100 millones. El resto tenemos que ver cómo lo cubrimos. Hay empresas que aportan, pero debemos ir a otros lados a pedir recursos.
¿Debería existir mayor compromiso del Estado con Bomberos?
-Indudablemente. En Antofagasta, entendiendo que es una ciudad cara, necesitamos más recursos. A Bomberos todo se le cobra, no se nos regala nada. Sería ideal que el aporte sea mayor en base al gasto operacional que tenemos.