Bazar Glorita: el crimen que cumple 10 años sin culpables
homicidio. Emblemático caso fue cerrado hace dos años sin imputados. Nunca pudo encontrarse ninguna huella en el sitio del suceso y todo apunta a la mala calidad de la investigación.
Casi todas las noches, un par de transeúntes llegan hasta calle Matta 2723, en pleno centro de la ciudad, para prender velas en una animita blanca adornada con algunas flores. Sólo una parte de quienes caminan por el sector, saben que esto es para agradecer o pedir favores en la pequeña construcción que recuerda a la joven y su sobrina que fueron asesinadas hace 10 años en el Bazar Glorita.
Se trata de uno de los casos policiales más brutales que recuerde Antofagasta, crimen que este miércoles cumplirá una década desde que fue cometido. La brutalidad de las heridas que terminaron con la vida de las dos víctimas, sólo tiene parangón con el increíble hecho de que la investigación fue cerrada hace dos años sin registrar ningún acusado.
La familia de Celia del Rosario Legua Cortés (28) y la niña Yeimy Loayza de sólo cuatro años, esperaron ese día a que ambas regresaron del bazar, donde Celia trabajó por 10 años.
búsqueda
Pasada las 21 horas, horario en que todos los días cerraba el negocio que administraba por encargo del dueño, sus cercanos sospecharon que algo malo pasaba. Familiares iniciaron una búsqueda en casa de amigos, consultorios y el hospital, aunque nunca imaginaron que en el bazar, donde nadie pensó en revisar la noche anterior, yacían hace varias horas los cuerpos de la tía y su sobrina.
A mediodía del sábado 19 de febrero, el hermano de Celia entró por un negocio colindante, saltó una muralla e ingresó por la parte trasera del local. La escena que vio a continuación le provocó una fuerte conmoción que al menos duró una media hora: los cuerpos de Celia y Yeimi estaban en el piso junto a un charco de sangre y con horribles heridas en sus cabezas y rostros.
Tras informar del crimen a las policías comenzó un intenso operativo, del que hasta hoy hay dudas en la prolijidad con que fue ejecutado en sus primeras horas. Esto, ya que nunca pudo encontrarse ninguna evidencia que sirviera para establecer una acusación por parte del Ministerio Público.
Con más de 30 años como funcionario del Servicio Médico Legal (SML), Julio Álvarez ha visto todo tipo de homicidios y accidentes, aunque este caso lo considera como uno de los que más le impactó.
"Ese día llegamos a calle Matta y había mucha gente y policías. Cuando entramos a retirar a las fallecidas, fue algo que me causó mucho impacto. A pesar de que uno aquí (SML) ve de todo, la edad de la niña y lo cruento del homicidio fue muy impactante", sostuvo Álvarez.
El funcionario recuerda que incluso se sintió conmovido, ya que ver una niña en algo así era una situación muy fuerte. También dijo que el retiro de los cuerpos fue caótico, ya que había mucha gente en SML y por la presión de lo sucedido, en ocasiones se descargaban con quienes trabajaban ahí.
La autopsia determinó que Celia recibió 13 martillazos en la cabeza, dos en la cara y seis en el cuerpo. Yeimy sufrió otros siete en la cabeza.
informaciones
El domingo 20 de febrero, este Diario tituló su portada con el asesinato. Con el paso de los días, las informaciones apuntaron a que el móvil del crimen fue posiblemente un robo, ya que desde un cajón robaron $50 mil en monedas y billetes. Incluso luego se habló de que había una lista de 18 sospechosos y que el cerco investigativo cada vez era más estrecho para terminar con la detención del o los culpables.
El exdiputado Manuel Rojas, hoy alejado de la vida política, en ese tiempo tenía su oficina frente al bazar. Dijo que en febrero aprovechó el receso parlamentario para tomar vacaciones y que no estaba al momento del homicidio.
"Me enteré por la prensa, pero sentí congoja por la forma en que las asesinaron, ya que las conocía. Lo que reclamé y discutí en esa época es que este no es un crimen perfecto, las cosas no se hicieron bien, derechamente hubo una mala investigación", aseguró Rojas.
Gina Zoffoli es una de las pocas vecinas que vive en ese sector de calle Matta, la mayoría de las casas están empleadas como locales comerciales. Recuerda que Celia era una mujer muy tranquila y trabajadora, y que el hecho de que hasta hoy no se registre algún acusado, la llena de impotencia.
"Hace un tiempo me encontré con la mamá de Celia frente a la animita, y me dijo que luego de una información que salió en la prensa, desconocidos quemaron todo y destruyeron los recuerdos. Y esto es algo que ha sucedido varias veces", afirmó Zoffoli.
rastros
Al igual que otros vecinos del sector, aunque muchos de ellos no quieren hablar del tema, recuerda algunos policías llegaron haciendo preguntas y buscaron "rastros" en techos. Sin embargo, esto ocurrió unos dos meses después del asesinato y luego no los vieron más.
En junio de 2012, el fiscal Patricio Martínez, decidió cerrar el caso argumentando en ese tiempo que "no se encontraron huellas, ni ADN, ¿por qué no fue posible levantar nada, se hizo todo bien o hubo fallas? esas son preguntas para los peritos de la PDI que revisaron la escena", declaró.
La decisión de no perseverar en la causa fue a raíz de los reiterados fracasos en las diligencias encomendadas, las que nunca entregaron ninguna prueba científica para realizar una acusación formal.
A 10 años del doble homicidio, el caso permanece cerrado y sólo la aparición de datos demasiado relevantes, podrían llevar a que sea reabierto. Mientras tanto, el Bazar Glorita seguirá apareciendo cuando se hable de inseguridad y crímenes sin resolver en la ciudad.