Un estudio dice que dormir bien ayuda a mantener el peso a raya
alimentación. No descansar lo suficiente altera los niveles de dos hormonas que regulan el hambre y la sensación de saciedad.
Tener un mal dormir no solamente afecta nuestras actividades diarias por el cansancio que eso conlleva. Además, provoca problemas a la salud. Y los científicos han descubierto que no descansar la cantidad de horas suficientes, además, tiene una incidencia en nuestro peso, y en la capacidad de perder algunos kilos.
No dormir el tiempo suficiente afecta a dos hormonas que son claves en ese aspecto.
La primera de ellas es la grelina, hormona que nos da la señal que inicia la necesidad de sentir hambre y de comer. La segunda hormona relacionada con el sueño es la leptina, cuya principal función es ser el indicador de saciedad y la señal que necesita el cuerpo para dejar de comer cuando el alimento ya es suficiente para el organismo.
Cuando no conseguimos dormir las horas suficientes, que los científicos han calculado que oscilan entre siete y nueve, aunque solamente sea por algunos pocos días, se genera un desbalance en la concentración de ambas hormonas y el organismo produce una mayor cantidad de grelina y menor de leptina.
Esto se traduce en que la señal que nos avisa que ya estamos saciados de alimentos se hace más débil y la que nos urge a comer se fortalece, según publicó la revista especializada Psychology Today en su sitio web.
momento y calidad
El artículo fue publicado por Shelby Harris, académica de la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva de Nueva York, y destaca un estudio de noviembre de 2013 de la Universidad Brigham Young (BYU), que no solamente se centró en la cantidad de horas de sueño, sino también en el momento en que se duerme y en la calidad del dormir.
En esa investigación, los científicos observaron a un grupo de 300 mujeres en edad universitaria durante algunas semanas, y registraron su composición de grasa corporal y sus patrones de sueño.
Las pruebas mostraron que aquellas mujeres que habían dormido a lo largo de una semana menos de 6,5 horas o más de 8,5 tenían niveles más altos de grasa en sus organismos.
La autora del artículo destaca que estos resultados permiten sacar conclusiones sobre el tiempo de sueño y la composición de grasa del cuerpo.
El estudio demostró que mantener una hora de dormir consistente y aún más importante, un tiempo de vigilia estable, está relacionado con el nivel de grasa corporal.
Esto porque los pacientes que tuvieron una variación de más de 90 minutos en su tiempo de acostarse y de levantarse tenían mayores niveles de grasa que aquellos que tuvieron una variación inferior a una hora.
Según señala el artículo, lo anterior se debe a que tenemos ciclos de tiempo dentro de las 24 horas que dura un día, lo que tiene incidencia en la producción hormonal de nuestro cuerpo.
Mantener ciclos constantes en la hora de dormir, así como en las horas de vigilia, incide en la fisiología del cuerpo. La experta destaca que tan importante como mantener una hora estable para dormir es estar despierto una cantidad regular de horas en el día.
Asimismo, la calidad del sueño -que puede verse afectada por trastornos como la apnea del sueño-, también incide en la producción hormonal. Así, un mal dormir hace que el cuerpo produzca más cortisol, la hormona asociada al estrés.
Todos estos factores afectan la producción de la grelina y la leptina, que regulan el hambre y la sensación de saciedad, lo que a su vez incide en el nivel de grasa corporal. De ahí que un buen dormir sea esencial para evitar los kilos de más.