A principios de enero, mientras varios mandatarios latinoamericanos confirmaban su asistencia a la tercera asunción del Presidente Evo Morales, en Antofagasta a lo menos cinco dirigentes sociales también ratificaban que estarían presentes en la ceremonia que se realizaría en Tiahuanaco.
Según relatan los propios involucrados, algunos recibieron cartas oficiales del gobierno altiplánico invitándolos al acto, mientras que otros fueron contactados mediante llamados telefónicos.
La mayoría de los invitados tenía una manifiesta posición a favor del reclamo boliviano de una salida soberana al mar y la demanda presentada en La Haya en mayo de 2013.
Municipio
Las concejalas Doris Navarro y Elivia Silva integraron la delegación antofagastina que viajó al país vecino, pero aclaran que asistieron en su calidad de dirigentes sociales (de DD.HH. y el Colegio de Profesores, respectivamente), y no como autoridades comunales.
Navarro dijo haber informado al Concejo Municipal de la invitación recibida, solicitando permiso para asistir.
"Presenté (la carta) a la alcaldesa (Karen Rojo) y me dijo que no podía asistir en mi calidad de concejala, porque a ella (Rojo) no la habían invitado y por lo tanto no sería una comitiva que representara a la municipalidad", relató.
Al llegar a La Paz, el gobierno boliviano recibió a ambas concejalas de manera oficial y "en ningún momento se nos consultó sobre el tema marítimo", agregó la edil.
Llamado
En la misma fecha en que las concejalas eran formalmente invitadas, el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Antofagasta, Juan Manuel Armayor, recibía un llamado telefónico.
En la comunicación le dijeron que el cónsul de Bolivia en Antofagasta y exministro de Aguas y Medio Ambiente de Evo Morales, Felipe Quispe Quenta, le pedía reunirse.
"Le dije que me enviaran la solicitud vía email. Les di el correo y nunca más se comunicaron conmigo", contó el estudiante, quien piensa que la reunión era para invitarlo a La Paz.
"Ahora, con los datos que han salido, creo que era para eso", analizó el dirigente.
Uno de los jóvenes que asistió a la ceremonia, fue Mario Villegas, miembro del Frente de Estudiantes Libertarios de la Universidad de Antofagasta.
Villegas también fue invitado al consulado local, pero a diferencia de Armayor, sí concretó la cita. Allí, comenta, se le planteó que para conocer más del contexto del reclamo boliviano, se le invitaba a viajar a la ceremonia de investidura.
En Bolivia Villegas asistió a la ceremonia de asunción y participó en la "marcha de los países" en apoyo a Evo Morales y sus demandas.
Posteriormente fue entrevistado por el canal Bolivia TV y presentado en un reportaje junto a líderes sociales que apoyaban el regreso al mar.
Senedio Jiménez, miembro de la Brigada de DD.HH. de Antofagasta, también asistió al acto, pero en su caso asegura que se enteró a través de amigos y decidió viajar.
"No recibí cartas ni llamados del consulado. Me hablaron de la ceremonia y asistí por mi cuenta, pagándome yo mismo el pasaje", asegura.
Senadores
La presencia de agrupaciones sociales de Antofagasta en la ceremonia realizada en Bolivia, es materia de preocupación para los senadores Alejandro Guillier y Pedro Araya, integrantes de la Comisión de Defensa de la Cámara Alta.
"Me parece que hay una irresponsabilidad o ingenuidad de parte de algunos chilenos que se prestan para esta situación. Entendemos que estamos en un país de libre expresión, pero vivimos un momento complejo", dijo Araya.
Ambos parlamentarios también criticaron la conducción de la Cancillería en esta materia, sobre todo la falta de acciones en el plano comunicacional, donde aseguran, Bolivia tiene clara ventaja.
En opinión de Alejandro Guillier, Bolivia intenta generar un problema interno, tratando de demostrar a nivel internacional que la demanda marítima tiene el respaldo de algunos compatriotas.
"Evo Morales está usando argumentos reales o falsos para fortalecer su posición de que en Chile existen sectores que comulgan con su aspiración", argumentó el periodista.
Pedro Araya, en tanto, manifestó que la Cancillería debe cambiar su estrategia, ya que no sólo basta con una justificación jurídica de la posición chilena, "además hay que apostar a una fuerte campaña comunicacional a nivel interno e internacional".