Cat Stevens emocionó a Viña del Mar
cierre. El cantante británico presentó un sencillo pero poderoso show en la última noche del Festival . Con su guitarra y tres músicos repasó sus grandes éxitos musicales.
Si la jornada del jueves estuvo marcada por la parafernalia de Romeo Santos, la de anoche fue por la sencillez de Yusuf Islam/Cat Stevens. El músico, que a fines de los 70 se convirtió en musulmán, obligó a los animadores no sólo a hablar en inglés; sino también a que Carolina de Moras se tapara el escote, no darle un beso y ni siquiera la mano para respetar la ley islámica, cuando le entregaron los premios.
Más allá de la anécdota, lo cierto es que el intérprete, acompañado de cuatro músicos y sólo cambiando múltiples veces sus guitarras , logró lo que ningún otro artista ha conseguido en este Festival: callar totalmente a las 15 mil personas que estaban en el recinto mientras interpretaba éxito tras éxito. Claro que el autor cada vez que hacía una pausa, se desataban los gritos que los recibieron desde que entró al escenario que iban desde ídolo hasta simplemente pedir la Gaviota.
Una actuación de lujo
El británico, radicado en Dubai, inició su presentación con "Wild world" y desde el primer momento demostró que podía encantar al público sólo basado en su voz -que increíblemente suena igual que en los discos que grabó entre los '60 y '70-, y un sonido perfecto. No hubo ningún fallo, y eso sólo demuestra su profesionalismo: llegó cuatro días antes para ensayar.
Clásicos como "Where do the children play", "The first cut is the deepest", "Here comes my baby", "Oh Very Young" y "Moonshadow"; junto con temas de su nuevo disco, "Tell'em I'm gone" -"Dying to die" y "You are my sunshine"-, conquistó a la Quinta Vergara, que en realidad estaba rendida a sus pies desde antes.
Pero no sólo por eso destacó en su show Stevens, sino también por su cercanía, la que quedó demostrada en los diversos intentos de hablar en español -como cuando dijo "this is nova cantante", que en realidad era "esta es una nueva canción", o "estoy felici en Chile", además de los "muchas gracias"; además de sus interacciones en inglés, como cuando contó que había buscado en internet la canción que quería escuchar en Chile.
Fue una actuación redonda, y una de las mejores de Viña 2015, que terminó con uno de los temas más importantes de su repertorio y que dedicó a su hijo, que también es su manager, "Father and son".
humor
A las 23,40 horas entró en escena Arturo Ruiz-Tagle y lo hizo en medios de las pifias del público viñamarino. Sin embargo, el comediante pudo salir adelante en base a una rutina que combinó críticas a la política y la sociedad en general.
Dos Gaviotas fueron el corolario perfecto para un artista que estuvo alejado por 13 años del escenario de la Quinta Vergara. El humor en Viña sacó canasta limpia, ninguno fue víctima del "Monstruo".
Al cierre de esta edición se presentaba Nano Stern y Oscar D' León.