el trabajo y la hipertensión afectarían la fertilidad masculina
sexualidad. Un estudio advierte que estos factores, más el consumo excesivo de medicamentos, podrían reducir la producción de espermatozoides.
El estrés que conlleva el trabajo puede tener serias consecuencias para el organismo, en especial en la salud cardiovascular. Tener la presión alta y tomar medicamentos en exceso provocan daños severos que pueden derivar en trastornos de mayor gravedad.
Pero la sumatoria de estos factores físicos y psicológicos podría causar la infertilidad masculina. Así lo afirma un estudio realizado en conjunto por los Institutos Nacionales de Salud y la Universidad de Stanford, en Estados Unidos.
Los resultados, publicados en la revista Fertility and Sterility, explicarían por qué casi el 15% de las parejas estadounidenses no conciben hijos en el primer intento.
"La infertilidad masculina juega un papel importante (en las cifras) y nuestro objetivo es explorar la influencia de los factores ambientales y el estado de salud en la calidad del semen", indica Germain Buck Louis, autor principal del estudio, a través de un comunicado institucional.
bajo conteo
Los investigadores realizaron un seguimiento a más de 500 parejas en Texas y Michigan durante un año. Los voluntarios estaban comprometidos y dejaron de utilizar métodos anticonceptivos.
Todos los participantes masculinos completaron entrevistas preliminares y fueron consultados sobre su historia reproductiva, salud, estilo de vida y actividad profesional. Luego, proporcionaron una muestra de semen para ser sometida a un análisis.
El grupo de estudio estuvo formado por 456 hombres con una edad promedio de 31,8 años. La mayoría eran de raza blanca (77%) y con estudios universitarios (91%). Más de la mitad nunca había tenido hijos.
Los resultados indican que el 13% de los hombres que reportaron una fuerte actividad laboral tenían bajo conteo de esperma, comparado al 16% que indicó tener un trabajo de bajo esfuerzo.
Según el estudio, ninguna otra exposición relacionada con el trabajo, tales como el calor, el ruido o un horario prolongado, parecía influir en la calidad del semen.
De los hombres que fueron diagnosticados con presión alta, diabetes o colesterol elevado, los investigadores encontraron que sólo las personas con presión arterial alta tuvieron un menor porcentaje de espermatozoides con forma normal.
"A medida que los hombres están teniendo hijos más tarde en la vida, se debe volver a explorar la importancia de las enfermedades que alguna vez se pensó como algo separado de la fecundidad", advierte Michael L. Eisenberg, miembro del equipo de investigación.
"Las investigaciones futuras deben examinar si se trata de la presión arterial alta en sí o si su tratamiento es el que está impulsando estas tendencias", añade el especialista.
Los autores también advierten que mientras más medicamentos consuma un hombre, más bajo será el conteo de espermatozoides.
Por ejemplo, el 7% de los hombres que no toman medicamentos tenía el número de espermatozoides por debajo de 39 millones (un recuento normal de esperma oscila entre 40 millones y 300 millones).
De los hombres que reportaron tomar dos o más medicamentos, el 15% tenía el número de espermatozoides por debajo de 39 millones. En otras palabras, la clave está en la moderación a la hora de tratar alguna enfermedad.
Buck Louis otorga luces para tratar este problema: "La buena noticia es que, si se confirma que estos factores tienen efectos negativos sobre la fertilidad masculina, potencialmente pueden ser modificados por la atención médica o el cambio de los comportamientos relacionados con el trabajo".
Michael Eisenberg encabezó un estudio publicado a fines de 2014 en que advierte que la mala calidad del esperma tiene más que ver con condiciones médicas específicas como la hipertensión, la cardiopatía no isquémica, la enfermedad cerebrovascular o trastornos endrocrinos o de la piel que con otros factores y que de ahí se deriva la infertilidad masculina.
Un estudio realizado por la University of Southern, Dinamarca, y publicado en octubre del año pasado, afirma que el consumo regular de alcohol puede poner en peligro la fertilidad. La investigación, publicada en el British Medical Journal, se enfoca en el exceso de esta bebida en los hombres jóvenes de entre 18 y 28 años. Los resultados arrojaron que la costumbre de tomar alcohol reduce la calidad del esperma, cuestión que empeora cuando se ingiere una mayor cantidad.
15%
de las parejas estadounidenses no pueden tener hijos en el primer intento, según cifras entregadas por el estudio.
456
hombres fueron analizados por los investigadores de la Universidad de Stanford y los Institutos Nacionales de Salud.
13%
de los participantes que reportaron una fuerte actividad laboral tuvieron un bajo conteo de espermatozoides.