"Nadie es profeta en su tierra. En nuestra ciudad nunca nos han sabido valorizar"
Antofagasta tiene una familia que es un ejemplo para los deportistas, especialmente por los beisbolistas. Se trata del hogar que un día formaron Ian Sommerville Clift y Sonia Marín Mancilla.
Él, en 1993, recibió el máximo galardón que otorga el Círculo de Periodistas Deportivos de Chile: el Cóndor de Oro por ser el "Mejor Beisbolista del País". Inédito para el norte.
No conforme con eso, el Círculo repitió la gracia en 2010, pero con su hijo James, parador corto (short stop) tal como su progenitor.
Como si dos "Cóndores" fueran insuficientes, el año pasado la familia recibió otro más que esta vez recayó en manos de Ian Somerville Marín, tercer integrante de lo que ya es la "dinastía" antofagastina del béisbol.
orgullo
La madre es la más orgullosa del grupo, al ver como "sus tres hombres" le llenan la vitrina de trofeos, medallas y galardones. "No hay nada más hermoso que tener un esposo y dos hijos ganadores. Ojalá todas las madres de deportistas puedan disfrutar de algo similar".
El "faraón" de la Dinastía Sommerville, comenzó a los 6 años con el bate, el guante gigante y la bola, por "Los Carasucias" de la población La Favorecedora, luego defendió a la ex UTE, Liceo de Hombres y la UCN, donde estuvo 15 años.
¿Es cierto que fue siempre seleccionado antofagastino y chileno?
-Así es, hasta 2004 representé al país y hasta 2008 a la ciudad. Ahora sigo como entrenador de la "Roja" en el norte, teniendo como jefe al cubano Norge Núñez. También soy técnico de nuestros niños "Los Bronkos" y tengo a cargo la Academia de Béisbol del Colegio Santo Tomás.
Usted era jonronero natural...
-Es cierto, porque golpeo muy fuerte con el bate, lo que en ocasiones permitió a nuestra selección ganar partidos y títulos.
hijos de tigre
James y Ian junior salieron al papá, quizás mejores, sobre todo el primero, quien se probó en Venezuela, donde conoció otra realidad con Lois Solar y Pablo Ossandón.
James ha sido capitán de Chile en los últimos tres Sudamericanos y fue elegido el mejor short stop del jugado en Argentina, en 2011. También fue líder de la "Roja" en el Panamericano Prejunior 2003.
Ian hijo es lanzador, short stop y tercera base, siendo seleccionado local y nacional 2014, donde se ha desempeñado tan bien como los Sommerville que le anteceden.
A pesar de ser distinguidos nacionalmente, no son profetas en su tierra. ¿Cómo es eso?
-Claro, la ciudad no ha reconocido lo que hacemos, sobre todo a nuestro padre, que ha entregado la vida al béisbol antofagastino.
Usted, Ian, como padre de dos buenos beisbolistas, ¿no le duele no tener buen diamante?
-Por supuesto, y no sólo por ellos, si no por todos los amantes de esta hermosa disciplina que ha dando tantos títulos a Antofagasta.