MOP anuncia construcción de otras cinco vías aluviales
proyecto. $56 mil millones costarían piscinas en los sectores El Toro, Riquelme, Farellones, La Chimba y Jardines del Sur.
Desde la "zona cero" de Taltal, el lugar más afectado de la región por el temporal ocurrido el miércoles, el seremi de Obras Públicas, César Benítez, anunció la construcción de cinco nuevas vías aluviales para Antofagasta, por un valor cercano a los $56 mil millones.
El seremi detalló que están trabajando en un proyecto para edificar piscinas decantadoras en las quebradas El Toro, Riquelme, Farellones, La Chimba y en los Jardines del Sur, lo que está siendo ejecutado por la Dirección de Obras Hidráulicas.
De hecho, la iniciativa ya entró a la cartera de Desarrollo Social, donde será analizada para recibir la 'Recomendación Social Favorable' y donde Obras Públicas espera que sea aprobada en este primer semestre.
El proyecto cobra aún más importancia luego del fenómeno climático que dejó dos muertos, más de 600 albergados y millonarios daños en infraestructura en Antofagasta.
funcionamiento
Respecto del comportamiento de las vías aluviales durante el aguacero del miércoles, cuando cayeron 30 milímetros de lluvia, Benítez sostuvo que éstas "funcionaron con total normalidad".
"Solamente las quebradas naturales de Uribe y Farellones, que no cuentan con obras de control aluvional, se produjeron escurrimientos de agua, provocando anegamiento de población", manifestó el seremi de Obras Públicas.
balance
A nivel regional, el personero de gobierno realizó una positiva evaluación del sistema de piscinas decantadoras de lluvias. En cuanto a lo ocurrido en Taltal, Benítez puntualizó que "las siete pozas decantadoras de la quebrada de Taltal mitigaron la magnitud del caudal aluvional".
Esto permitió que el agua que escurrió por la quebrada y que desembocó en la ciudad, disminuyera de manera considerable su impacto, reteniendo rocas y material sólido. Incluso "restaron energía al aluvión, el que fue de una tremenda magnitud y que pudo causar daños aún más grave a la población", concluyó el seremi.
En cuanto a la situación en Tocopilla, la otra comuna costera de la región, Obras Públicas indicó que no presentó escurrimientos de agua en las quebradas controladas.
El exintendente de Antofagasta, Jorge Molina Cárcamo, reconoció el papel fundamental que desempeñaron las piscinas aluviales durante este último temporal.
"Es imposible dimensionar lo que habría pasado sin estas piscinas. Este 25 de marzo cayó el 75% del agua que tuvimos en el aluvión de 1991, eso indica que los efectos pudieron ser devastadores", manifestó el exjefe regional.
Sus palabras dejan en claro que no existe una doble lectura en el papel de las vías decantadoras, aunque criticó el exceso de basura y escombros que se encuentran en ellas. El exintendente (PPD) entre enero de 2002 y marzo de 2006, sostuvo que tras el temporal ocurrido en 1991, donde hubo 108 víctimas fatales, fue necesario identificar las cinco quebradas aluviales que representaban un peligro para la comunidad.
También destacó las características de estas obras, las que permiten controlar de manera adecuada grandes cantidades de agua lluvia.
"Las vías tienen muros de contención que permiten que los materiales sólidos se depositen en el fondo y solo escurra el agua hasta la siguiente poza. Si pasa algo sólido, queda en el siguiente receptáculo y así, está planificado que en la última piscina solo quede líquido", precisó el abogado.
Los datos oficiales del MOP detallan que cada uno de estos sistemas puede retener entre 20 mil a 60 mil metros cúbicos de material aluvional.
Todo el sistema contempló inversiones por más de 11 mil 600 millones de pesos, que entre otras cosas, sirvió para que en la quebrada La Cadena construyeran 55 piscinas y otras 48 en el sector del Salar del Carmen. En la quebrada El Ancla, levantaron 44 muros.