Ante la disminución de los albergados en los recintos para acogerlos y centralizar la ayuda más rápido, anoche realizaron el traslado de 98 damnificados hacia la Escuela "Libertadores de Chile" (sector Coviefi).

Esta determinación fue adoptada por el jefe de Plaza, general de Brigada Claudio Hernández, quien informó ayer de esta medida a la alcaldesa de Antofagasta, Karen Rojo.

"La idea es concentrar a los 98 albergados que quedan en un solo recinto. En los cuatro albergues que estaban funcionando habían muy pocas personas y vamos a optimizar el apoyo a los afectados", explicó el general Hernández.

Para el traslado de las familias, el jefe de Plaza informó que este procedimiento fue realizado en vehículos municipales. Este plan comenzó alrededor de las 20 horas y duró aproximadamente una hora y media.

Otro elemento a considerar en la decisión, comentó, es que "al desocupar estos locales, que son establecimientos educacionales, pueden normalizarse en el menor tiempo posible a través de una limpieza general de sus instalaciones".

Alcaldesa

La alcaldesa Karen Rojo informó que durante la jornada el municipio realizó un catastro general de la emergencia en los centros de ayuda, especialmente con el retiro voluntario de los afectados.

"Estábamos atendiendo (hasta ayer) a 184 personas concentrados en cuatro albergues que teníamos operativos. Hay una instrucción del jefe del Ejército de desocupar hoy (ayer) en la tarde la mayor cantidad de albergues y dejar sólo uno como punto de encuentro", explicó.

La máxima autoridad comunal reconoció que "en los albergues hemos disminuido significativamente la atención de las personas que se encuentran con más daños en sus casas".

COORDINACIÓN

El director de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco) del municipio, Ignacio León, comentó que la determinación está basada en que muchos de los afectados decidieron voluntariamente regresar a sus domicilios.

"Estuvimos trabajando desde temprano y comprobamos que las mismas familias querían retornar a sus hogares y también por la situación climática que ha mejorado en las últimas horas. No se justifica tener más albergues en estos momentos", señaló.

Además, precisó que el organismo entregó enseres tales como colchones, ropas, camas y otros elementos básicos para los que estaban en los recintos de ayuda.

También agregó que "estamos coordinando con la Gobernación Provincial para trabajar en los casos más complejos y que necesitan una ayuda más integral por parte de distintos servicios públicos".

Los cinco albergues que funcionaban estaban en las escuelas "Fundación Minera Escondida" y "Maximiliano Poblete" además de los liceos "Arenales", "La Portada" y "La Chimba".

De 10 a 18 horas, las universidades Católica del Norte (UCN) y de Antofagasta (UA) efectuaron ayer la recepción de ayuda para las personas afectadas que consiste en pañales, agua embotellada, alimentos no perecibles, útiles de aseo, cloro y materiales de construcción. Además contarán con voluntarios del área de la salud que realizaran operativos multidisciplinarios salud en aquellos sectores más críticos producto de las precipitaciones.

Cerca de 500 familias residentes de un céntrico edificio permanecieron más de tres días sin servicios básicos como luz, agua ni gas, producto del inusual fenómeno de precipitaciones que afectó a la región.

El panorama que si bien fue similar en distintos puntos de la ciudad, afectó de manera sorpresiva a quienes habitan en la torre de 31 pisos con 20 departamentos por nivel.

El edificio "Icono", ubicado en calle Uribe a escasas cuadras del mall, ofrecía a sus residentes "una excelente calidad de vida en uno de los edificios más moderno de Antofagasta".

Sin embargo, la torre tuvo una serie de fallas que los vecinos observaron desde tempranas horas del miércoles con las primeras lluvias. La luz se cortó, los ascensores no funcionaron, las escaleras sólo estaban iluminadas por tramos y en algunos departamentos el agua comenzó a acumularse en las terrazas.

Esta situación afectó a todos por igual, pero fue más grave en los pisos superiores. Además, colapsaron los shaft de basura debido a las múltiples filtraciones y los vecinos se vieron obligados a acumular los desperdicios en sus hogares para no empeorar la situación.

Lo bueno, según destacó la comunidad, fue la pronta respuesta de la administración.

plusvalía

El edificio que cuenta con tecnología antisísmica de última generación y funciona completamente con electricidad (cocina, calefont y horno eléctrico), tiene una grave falencia a nivel de diseño y proyección en su sala de generadores y manejo de aguas lluvias, según los propios vecinos.

"No hay que ser experto para darse cuenta que es ilógico construir una sala de generadores en un subterráneo con las salidas de aire a nivel de la calle. La primera lluvia que enfrentamos viviendo acá, un lugar que no es económico y todo colapsa por el anegamiento de la sala", sostuvo Yubitza Bastías residente del piso 21.

El problema que dejó a la comunidad del edificio en pésimas condiciones de habitabilidad sería causado por la poca especificidad de la ordenanza para este tipo de construcciones. En particular lo que se refiere al manejo de las aguas lluvias, según explicó el arquitecto César Rojas.

"Las disposiciones de pisos subterráneos y ubicaciones de fosos, salas de máquinas y otros similares quedan al criterio del proyectista y de quien ejecuta la obra, quizás con alguna supervisión de los estamentos que autorizan los proyectos de alcantarillado, agua potable e instalación eléctrica interior y de ascensores; o inspectores técnicos de obra", precisó.

De esta forma, el colapso del inmueble respondería a un problema de proyección en donde la constructora no habría considerado condiciones climáticas poco usuales en la región. Por lo tanto -para Rojas- no queda más que aprender de la experiencia.

"Hay que aprender de la contingencia para a futuro aplicar criterios de diseño y construcción, no necesariamente contenidos en una norma. Prever y minimizar los perjuicios que podrían provocar el clima y la naturaleza a la integridad de una obra y sobre todo a quienes las habitan", dijo.

El arquitecto agregó que "el objetivo es no sólo garantizar habitabilidad a través del equipamiento o de las condiciones de paisaje, distribución o terminación de un edificio, sino que otorgar una garantía de contar con servicios básicos en cualquier circunstancia".