Advierten de los riesgos de ser una persona noctámbula
Sueño. Quienes se levantan y duermen temprano pueden afrontar menos problemas de salud, según un estudio realizado en Corea del Sur.
Las personas madrugadoras afrontan mejores condiciones de salud que aquellas que son noctámbulas, según sugiere un estudio realizado en Corea del Sur.
El trabajo, publicado en la revista científica Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, sostiene que aquellos que se duermen tarde tienen un mayor riesgo de sufrir diabetes, problemas metabólicos y sarcopenia (pérdida degenerativa de masa muscular y fuerza), incluso aunque duerman lo suficiente.
Un estudio anterior ya mostró en 2012 que, más que por una preferencia personal, las tendencias u horarios de sueño (también llamadas cronotipos) están predeterminados por los genes.
Por ello, un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Corea quiso determinar si el hábito de dormirse tarde puede estar relacionado con anormalidades metabólicas en adultos de edad mediana.
Con ese objetivo en mente, la académica Nan Hee Kim y su equipo analizaron a más de 1.600 personas de entre 47 y 59 años.
Los participantes del estudio respondieron cuestionarios que incluían preguntas sobre su ciclo de sueño-vigilia, la calidad del sueño y hábitos como el ejercicio.
Adicionalmente se les tomaron muestras de sangre para evaluar su salud metabólica, y fueron sometidos a escáneres Dexa (que miden la densidad ósea y la grasa corporal) y a escáneres CT, que analizan la grasa visceral abdominal.
Del total de participantes, 480 fueron clasificados con cronotipos tempranos (madrugadores), 95 con cronotipos vespertinos (noctámbulos), y el resto se ubicó entre medio de uno de los dos extremos.
Los noctámbulos eran, en general, más jóvenes, del sexo femenino y fumadores.
Según recogió el sitio web Medical Daily, los hallazgos revelaron que las personas noctámbulas son más propensas a desarrollar diabetes, problemas metabólicos y sarcopenia en comparación con los madrugadores, incluso cuando registraban las mismas cantidades de sueño.
Los noctámbulos, además, reportaron niveles más bajos de ejercicio físico. En el caso de los hombres que se dormían tarde, tuvieron mayor propensión a padecer diabetes que los que se levantaban y acostaban temprano.
Las mujeres noctámbulas, en tanto, acumularon más grasa abdominal y experimentaron un riesgo mayor de sufrir problemas metabólicos, incluyendo enfermedades cardiacas, apoplejías y diabetes.
"Tomando en cuenta que mucha gente joven es noctámbula, el riesgo metabólico asociado a la preferencia circadiana es un tema de salud importante que necesita ser abordado", aseguró Kim en un comunicado de prensa citado por Medical Daily.
Estos resultados van en línea con lo publicado en 2012 en la revista Emotion, donde un estudio encontró que los madrugadores son en general más sanos y están más satisfechos con sus vidas que las personas noctámbulas, dado que les es más fácil funcionar en el horario laboral impuesto en general por la sociedad (9.00 a 17.00).
Además, los investigadores sugirieron que los noctámbulos son más propensos a sufrir "jet lags sociales", es decir, cuando un reloj biológico no está bien sincronizado con el reloj de la sociedad.
Las personas madrugadoras, en cambio, tendieron a experimentar efectos emocionales positivos gracias a sus hábitos de ponerse en pie temprano.
Según encontraron los científicos, la relación entre las personas madrugadoras y los beneficios a nivel emocional puede derivarse de una mayor exposición de la glándula pineal a la luz del día. Esta glándula produce más serotonina, una hormona y neurotransmisor que juega un rol importante en la regulación del estado de ánimo.
Al contrario, la escasez de serotonina puede causar síntomas de depresión y ansiedad, lo que explicaría por qué los noctámbulos se pueden sentir menos felices que quienes madrugan.
En 2012, un informe publicado en la revista Annals of Neurology encontró que un gen llamado PER1 está vinculado con los horarios de sueño y la tendencia a ser una persona noctámbula o una madrugadora. A pesar de este hallazgo y de los resultados del estudio coreano, los autores subrayan que las personas noctámbulas pueden contrarrestar los efectos negativos de este hábito -en el especial el riesgo de diabetes- tomando decisiones saludables como mejorar la dieta y aumentar el ejercicio.
1.600
personas de
entre 47 y 59 años analizó el estudio realizado por investigadores de la Universidad de Corea.
95
participantes
fueron calificados como personas noctámbulas y 480 como personas madrugadoras.