¿Dónde es Chile?
Cuando compré un lector electrónico, me prometí no gastar más dinero en libros. Vana promesa. Las librerías me atraen como un imán. Ojeando y buscando libros, a veces me encuentro con sorpresas. Generalmente agradables. Sin embargo esta semana hallé algo que en lenguaje cotidiano llamaríamos "un pastel". Esto es, un libro titulado "Antología de poesía chilena volumen 2. La generación de NN o la voz de los 80".
Respecto de su contenido se dice que reúne "la promoción poética que comenzó a escribir después del golpe de Estado de 1973". Podría estar equivocada, pero me parece que sus autores: Teresa Calderón, Lila Calderón y Thomas Harris son nacidos en La Serena y viven en Santiago.
Al mirar el índice, observo ausencia total de poetas del Norte Grande. Lo más nortino que se encuentra es el escritor copiapino Arturo Volantines.
Entiendo que quien compone y publica una Antología tiene el derecho de seleccionar lo que desee según su criterio, pero al revisarla, ya sea para informarse o para disfrutar, un lector va a creer que en el resto del país, ese resto despreciado, nadie escribe poesía, o nadie escribió después de 1973 "en el dolor, la represión o la intemperie".
Sin embargo, existen testimonios producidos en este Norte ignorado. Dos ejemplos contundentes: "Antología Poética del Norte Poetas de los 80 (I a IV región)" de Juvenal Ayala, publicada en Iquique en 1998 y "Poetas en Dictadura, Antología de la Primera Región de Chile 1973-1990", de Mayo Muñoz.
Me viene a la memoria: "El centralismo no solo ha perjudicado a Chile en sus aspectos materiales. También echó sus prejuicios en el espíritu" (tristes palabras de Andrés Sabella).
Cabe preguntarse qué dirían en la capital si alguna ciudad del Norte amaneciera un día embanderada con enseñas de otra nación. ¡Qué escándalo! ¿Verdad? Sin embargo no les parece escandalosa la invisibilidad que nos regalan a los nortinos que, si algo sabemos, es producir riqueza en todo ámbito, incluyendo el arte y cultura latinoamericana.