Sexting y consecuencias
Es término inglés sexting proviene de sex y texting, que hace alusión al envío de contenidos sexuales mediante teléfonos móviles y las redes sociales. Entendiéndose como un acto en el que una persona particularmente menores de edad, como es el caso de adolescente que emplean teléfonos móviles, para distribuir imágenes y/o videos a otra persona, que contiene principalmente contenidos sexuales eróticos y/o pornográficos.
Esta peligrosa tendencia de sacarse fotos ya sea desnudos o semidesnudos y enviarlas por teléfonos móviles y/o publicarlas en las redes sociales tiene claramente consecuencias que podrían llegar hasta el ámbito judicial; donde menores a contar de los 14 años se pueden ver expuestos a consecuencias penales, ya que son imputables ante la ley 20.084. Por cuanto la práctica puede terminar en delitos como almacenamiento y distribución de material pornográfico infantil. En Chile, en tanto el sexting o la tendencia a sacarse fotos con contenido erótico, no está reglamentada, por cuanto no hay legislación al respecto.
Ahora bien, el por qué de estas conductas en algunos adolescentes, es posible enunciar que las necesidades emocionales más elementales que diferencian a los adolescentes, esta su deseo por ser aceptados y reconocidos dentro de su grupo de pares, lo que en algunas instancias los puede llevar a incurrir en conductas de riesgo para estos y/o para terceros. Es así como el fenómeno de "sexting" puede ser la expresión extrema de esta búsqueda de agradar a un otro para obtener su aceptación con tal de sentirse parte de un grupo.
Pero hay que ser enfáticos en destacar que esta práctica del sexting sí puede derivar en consecuencias particularmente para adolescentes y/o menores de edad, ya que no vislumbran las reales consecuencias, sino hasta que muchas veces es demasiado tarde y la o las imágenes y/o mensajes se han viralizado; siendo expuestos estos a burlas, discriminación, como a la agresión verbal, psicológica y hasta física; llegando inclusive a originarse trastornos psicológicos como una ansiedad y/o depresión.
Por último, el rol e involucramiento de los padres y/o cuidadores ante la sexualidad y afectividad de sus hijos, reforzado por los centros educativos, se conforman en relevantes herramientas que abren los canales de comunicación y diálogo para la prevención de riesgos durante la adolescencia.