expertos logran secuenciar el genoma de dos mamuts lanudos
arqueología. Si bien el hallazgo abre la posibilidad de recuperar la especie, los autores aclararon que ese no es el objetivo principal del estudio.
Muchas especies han desaparecido en la historia universal y los científicos buscan métodos para recuperarlas a través de la genética y la arqueología.
Uno de ellos es el mamut, mamífero perteneciente a la familia de los elefántidos y que desapareció aproximadamente en el 1700 a. de C.
La revista Current Biology consignó esta semana el hallazgo de un grupo de científicos de Estados Unidos, Suecia, Canadá y Reino Unido. El equipo internacional logró secuenciar el genoma de dos mamuts con el fin de estudiar las características de estos animales y, posiblemente, recrear su existencia.
Los códigos genéticos se analizaron a partir de la inserción de genes de mamut, extraídos de un diente y tejidos blandos, en células madre pertenecientes a un elefante. De esta manera, los científicos buscarán establecer diferencias entre esta especie y sus sucesores, además de conocer su adaptación durante las edades de hielo.
También se espera analizar sus glóbulos rojos para conocer detalles acerca de su fisonomía.
Uno de los genomas procede de un mamut que vivió hace unos 45.000 años en el noreste de Siberia. El otro es de una criatura de hace 4.300 años en la Isla Wrangel, de Rusia, en el Círculo Polar Ártico.
Los mamuts lanudos, tan grandes como los elefantes africanos modernos, tenían largos colmillos curvos y pelambre espesa. Ambas especies son las más conocidas de los mamuts.
Los restos de estos elefántidos fueron econtrados en Siberia. La isla Wrangel fue su último hábitat.
Según el equipo, el genoma analizado muestra dos "colapsos" en la población de los mamuts: uno hace 280 mil años y otro hace 12 mil años. De este último no logró recuperarse, forzando a los mamuts a vivir por un periodo de seis mil años en la isla Wrangel.
dilemas éticos
Algunos científicos indicaron que podrían criarse mamuts por medio de la ingeniería genética, idea que no todos favorecen debido a sus implicancias de orden ético.
Love Dalen, perteneciente al Museo Sueco de Historia Natural, es uno de los autores del estudio. El científico sostuvo que la recreación del animal no es un objetivo de su grupo de investigación.
"El objetivo no es hacer copias perfectas de los mamuts lanudos extintos, sino centrarse en las adaptaciones del mamut necesarias para que los elefantes asiáticos puedan vivir en el clima frío de la tundra", indicó el experto en declaraciones a la BBC.
De hecho, Dalen aclaró que es "sumamente incierto" que sea posible la recuperación de este animal.
Pese al pronóstico, "nuestros genomas dan un paso más hacia la recreación de un mamut. Creo que sería interesante poder hacerlo, pero no estoy seguro de que debiera hacerse", planteó.
Dalen se refirió a los posibles obstáculos éticos a la hora de recrear la existencia del mamut. Por ejemplo, está la utilización de elefantas para gestar los embriones de estos animales extintos, ya que la diferencia de especies podría causar sufrimientos a la hembra.
Hendrik Poinar, de la Universidad McMaster de Canadá en Hamilton, Ontario y también perteneciente al equipo de estudio, afirmó que la nueva investigación "nos proporciona por lo menos un plano básico".
El cuaga fue una subespecie de la cebra común que desapareció principalmente debido a la caza. Es la única especie cuyo ADN ha sido extraído, secuenciado y estudiado en su totalidad. Si bien el cuaga desapareció a fines del siglo XIX, la clonación permitió la creación de nuevas especies. El "Proyecto Cuaga", implantado en Sudáfrica, utilizó métodos de selección para lograr nuevas crías de este animal a través del cruce con cebras comunes.