Autoridades piden que parte de tributos por venta de sanitaria queden en la zona
Negocios. Grupo colombiano está optimista con el acuerdo y espera que Aguas Antofagasta aporte 125 millones de dólares anuales a la operación del consorcio multinacional.
Nada más que casi US$200 millones en impuestos se pagarán por la venta de la sanitaria Aguas Antofagasta.
La cifra, equivalente a unos $123 mil millones, es parte de un beneficio bastante impensado para el Fisco.
Sin embargo, como se recordará, hace una década, cuando se concesionó el servicio de Essan al grupo Luksic, parte del acuerdo fue la entrega de recursos públicos extraordinarios para la región, considerando que ese negocio significó el ingreso de US$186 millones de la época al Estado.
¿Puede hacerse lo mismo hoy? Tres actores locales estiman que sí.
HACE 10 AÑOS
El exintendente Jorge Molina Cárcamo, jefe regional en 2004, momento en que se gestionó y concretó la concesión, estima que lograr beneficios ahora también es posible.
Entonces se recibió un monto de unos US$18 millones de la época (aproximadamente un 10% del total del negocio, que hoy llegó a los US$965 millones).
Los recursos fueron priorizados por los nueve alcaldes de la región, quienes decidieron inversiones específicas de beneficio para sus territorios.
Así por ejemplo, María Elena ejecutó obras de agua potable para Quillagua, lo que fue repetido en otras localidades.
A nivel regional también fueron destinados $1.040 millones para el inicio de los trabajos de construcción de la ruta costera entre Antofagasta y Taltal, que en definitiva costaron $33 mil millones, recordó Molina.
"Sí es posible repetir la experiencia. En caso de recibir recursos puede aplicarse la experiencia de los convenios de programación", explicó el bogado.
El senador Alejandro Guillier también destacó que obtener beneficios específicos para la región es posible, lo que dependerá exclusivamente de la voluntad política del gobierno.
"Hablamos de una empresa con grandes utilidades y que está radicada en esta zona. Ello es posible", dijo.
En un plano similar, tanto Guillier, como el senador Pedro Araya coincidieron que el acuerdo informado el jueves confirma que el Estado "no hizo un buen negocio" concesionando Essan en 2004.
"Me preocupan al menos dos cosas. La situación en la que quedan los trabajadores y segundo, Aguas Antofagasta nunca sinceró lo que ocurrirá con la segunda planta desaladora sur de la ciudad. Ese es un tema que está en el aire y que debe resolverse. Asimismo, esperamos que parte de los recursos queden en la Región de Antofagasta, tal como ocurrió con la venta de Essan", explicó Araya.