Chile: ¿un país solidario?
Si bien después de las catástrofes hay que enfocarse en lo urgente, que es el apoyo a todos aquellos afectados, generalmente luego de cumplida la misión queda poco espacio para la reflexión. Usualmente son usadas por distintos actores políticos y consiste en repartirse culpas. Pero me gustaría hacer una reflexión sobre el voluntariado y el tipo de apoyo que se entrega para estas emergencias.
Techo- Chile es una institución que a pesar de trabajar a lo largo del año en campamentos de todo el país, para las emergencias toma un rol protagónico. Los últimos dos ejemplos regionales, aún frescos en la memoria, son las recientes lluvias de marzo y el incendio de fines de noviembre en el campamento Luz Divina del sector La Chimba.
El día después de ambas tragedias, comenzamos a recibir cientos de llamados y mensajes en nuestras redes sociales de voluntarios que quieren hacer algo con sus propias manos. Con el paso de los días, vemos como este interés va disminuyendo hasta casi desaparecer. Desaparecen los micrófonos, los voluntarios, las autoridades. Quedan sólo promesas.
Por un lado, cuando ahora se visitan localidades afectadas por un incendio, terremoto, o inundación, da una pena enorme ver el estado de abandono en que quedan. Por otro lado, existen personas, voluntarios, profesionales, incluso políticos, que verdaderamente se conectan con la tragedia, que se mantienen trabajando en los lugares afectados y cuando se soluciona el problema buscan a otros para trabajar permanentemente, aún cuando se haya ido el último periodista y nadie te aseguré que serás titular en algún medio.
La verdadera solidaridad cuesta y duele. Tiene momentos de cansancio extremo y momentos desgarradores. Pero finalmente, es de las únicas peleas que realmente vale la pena dar hasta el final. En general, cualquiera que se haya quedado trabajando después de una catástrofe en una zona, entenderá de lo que hablo. Chile flamea con orgullo la bandera de la solidaridad, pero lo cierto es que en nuestro país se responde a hechos puntuales. La solidaridad debería ser una actitud diaria y en eso Chile está al debe.