Con el segundo gobierno de Michelle Bachelet y el ingreso de una nueva generación, se acabó el statu quo, afirma el senador Pedro Araya, quien intenta ponerle una lápida a la denominada 'vieja guardia' de la desaparecida Concertación.

Araya es categórico al respecto. No hay vuelta atrás en las reformas, lo que también implica defender al ministro Rodrigo Peñailillo de los ataques intestinos.

Como pocas veces, el parlamentario va con todo al frente y acusa que hay sectores que le están dando un "golpe blanco" a la Mandataria al desestabilizar al titular de Interior.

Chile vive un momento particular. ¿Dónde está la raíz del asunto?

-Primero, no estamos ante ninguna crisis institucional porque las instituciones están funcionando. El Ministerio Público, los Tribunales de Justicia, están investigando. Lo que hay es una crisis de confianza y credibilidad de la sociedad. Es un problema que venía incubándose desde los años 90. Lo que ocurre con los casos SQM, Caval y Penta es que la relación dinero y política no estaba bien regulada y la gente termina desconfiando porque muchos abusaron del sistema y dañaron la credibilidad. Por eso la gente se pregunta por qué no se pudo legislar en temas de isapre o AFP.

¿Cuál es la relación entre política y dinero, entonces?

-Sigue pendiente cómo se financia la actividad política en los tiempos que no hay campaña electoral. Muchos buscan financiamientos en muchas partes y esos es lo que estamos descubriendo con Penta y SQM. Si tuviéramos los deslindes adecuados esto no pasaría. La mayor deficiencia de nuestro sistema es que los ciudadanos no saben quién financia, por la figura del aporte reservado.

Le repito la pregunta: ¿cuál es la relación política-dinero?

-Hoy se podría presumir que ciertos grupos económicos estaban interesados en financiar a ciertos partidos políticos para mantener el orden establecido.

¿Me dice que hay sectores que financian el statu quo?

-Exactamente. Al mirar las declaraciones de los grandes empresarios del país, ellos hablan que nos les preocupan los temas de corrupción, sino la agenda de transformaciones. Ellos han manifestado sus dudas respecto a las reformas porque hay sectores a quienes les ha acomodado este modelo y hacían lo posible por lograr que quienes pensaban semejante a ellos lograran puestos de poder para bloquear reformas.

PROBLEMA GENERAL

¿Y qué le dice que estos aportes sean transversales? No son exclusivos de un sector

-Mire. Aquí se acabó, con el segundo gobierno de Bachelet y la nueva generación que llega con ella, el famoso 'partido del orden', que abarcaba a la derecha y parte de la izquierda para mantener el statu quo económico y social. Pero efectivamente este es un problema transversal.

Según su juicio sería un error sacar al ministro Peñailillo, pero ¿qué dice de un cambio de gabinete?

-Se respeta a la autoridad presidencial, pero sí estoy de acuerdo, además el tema ya se había conversado. Se necesita hacer ajustes, pero hay emergencias que hoy lo hacen imprudente. No es el momento.

¿Cuánto daño hizo Caval?

-El daño no es judicial, pero le pegó a la 'línea de flotación' del discurso de la Nueva Mayoría. Desgraciadamente el hijo de la Presidenta cometía los mismos errores que se pretenden corregir. El golpe de Caval le pegó al ideario del bloque.

¿Le satisfizo la respuesta de Sebastián Dávalos?

-Las explicaciones no fueron satisfactorias. Varias cosas se pudieron hacer mejor.