Peleas, gritos, ruidos insoportables hasta altas horas de la madrugada e inseguridad, tienen que soportar principalmente los fines de semana, los vecinos que residen en el sector del Parque Brasil desde la calle Coquimbo hacia el sur.
Lejos de disminuir, los problemas en esa zona residencial se han ido incrementando.
Los vecinos se habían "acostumbrado" al bullicio que empezaba los jueves y terminaba los sábados, pero ahora incluso los domingos los escándalos se repiten.
cuchillos y palos
En sólo una cuadra hay por lo menos cuatro establecimientos nocturnos donde se expende alcohol y desde donde se generan una serie de conflictos. Pablo Castro dijo que ya estaban habituados a convivir con la bulla y los escándalos, pero ahora la situación se está tornando peligrosa.
Castro apunta como uno de los recintos conflictivos, a una salsoteca. Ahí se han protagonizado numerosas peleas, donde salen a relucir piedras, cuchillos y palos.
"Hace un par de semanas unos sujetos comenzaron a tocar tambores a las 4 de la madrugada. Cantaban y pedían que llegara carabineros, de modo desafiante", comentó el vecino.
Otro residente de esa zona, Alex Muñoz ratificó los dichos, agregando que ese sector se ha transformado en dormitorio para indigentes. "Acá se ve de todo, incluso parejas teniendo sexo, entonces hace falta mayor fiscalización", dijo.
Para el comerciante Ricardo Contreras efectivamente la presencia de estos locales sumado al excesivo consumo de alcohol, genera una serie de inconvenientes.
"El bullicio es insoportable, debemos convivir con la basura que dejan quienes van a esos locales. Nos da miedo llegar tarde en la noche porque nos podemos enfrentar con los grupos que hacen escándalos. Si uno les llama la atención, quedas en seria desventaja", comentó. Los vecinos reconocen que carabineros patrulla el sector, pero muchas veces la presencia policial se hace insuficiente para contener a tantas personas que participan en peleas o discusiones.
Los conserjes de varios edificios de departamentos ubicados en esa zona, se han visto en la necesidad de llamar a carabineros, cuando la situación se torna más grave.
"Hace tres semanas llegaron siete patrullas para controlar a unos sujetos que estaban peleando", comentó un residente.