"Los nuevos poetas están escribiendo cada vez mejor"
La poeta y artista visual antofagastina radicada en la quinta región, Soledad Fariña, nuevamente visitó su ciudad natal para presentarse ayer en la Filzic, en donde aseguró que se sentía parte de la casa. Basada en técnicas de creación poética, la escritora nacional realizó un taller literario de "haiku", poesía japonesa breve. Asimismo, los asistentes tuvieron la posibilidad de construir un poema con once palabras, otra técnica aplicada en su presentación realizada en el Rincón de los Sueños.
Pero hoy también será parte de la gran fiesta cultural con la primera presentación oficial de su nuevo libro "Yllu", un poemario íntimo que indaga a través de la memoria los lazos más sutiles de la familia, la separación y la pérdida. "Se trata de una novela-poema o poema-novela que, por medio de un inmenso poder verbal, parece convocar y otorgar una vida nueva a las claves mayores y las tendencias principales de su creación poética", señaló Javier Bello, poeta nacional que escribió la contra portada de su libro y que presentará a Fariña en la actividad de hoy.
madurez
¿De qué se trata tu nueva propuesta?
-"Yllu", de la editorial LOM, es un libro que para mí es muy importante, es bien diferente a mis otros trabajos. Aquí hay poesía bastante experimental porque juega con la narrativa, la poesía y también el teatro. Es también un relato integrado por las voces de un padre, una madre, un hijo y tres hijas, denominadas como tres hermanas. En el fondo son mis recuerdos de infancia y está estructurado de esa manera, los hablantes son cada miembro de mi familia. La terminación quechua ylly es una onomatopeya, yllu representa en una de sus formas la música que producen las pequeñas alas en el vuelo; música que surge del movimiento de objetos leves.
¿Cuánto duró el proceso de creación en "Yllu"?
-Lo empecé a escribir en los 90, lo dejaba y lo retomaba. Viví cinco años en Valparaíso y creí que ahí lo iba a terminar pero no, ahí leí, leí y leí. Hice una primera versión, publiqué otro libro en Valparaíso mientras tanto y bueno, yo creo que "Yllu" tiene por lo menos unas 5 versiones.
¿Visualizas una madurez o cambio en tu pluma a la hora de reescribir algo que ya has hecho hace varios años?
-Sí se nota, especialmente en la parte del padre. Traté de meterme en la cabeza de mi padre en sus dos últimos años de vida y lo que él pensaría en esos momentos, él era un hombre muy espiritual y abordarlo me costó gran trabajo, sobre todo para que el resultado no fuera tan críptico. "Yllu" está compuesto de varios epígrafes y para mí el más importante es el final, la muerte del padre.
¿Tu trabajo es uno de los más íntimos?
-Sí, lejos, es el más cercano. Me costó mucho, por eso me demoré tanto, mi nuevo trabajo repasa varios episodios de dolor en la infancia, así que no fue fácil. De todas formas esto fue hace años, me he ido sanando y reconociendo.
¿Y qué impresiones tuvo tu familia sobre "Yllu"?
-Mira, el primer lanzamiento fue hace poquito, nos reunimos todos en familia para celebrar el aniversario de muerte de mi mamá, incluso llegó mi hermano de Estados Unidos. En esa instancia le entregué mi libro a cada uno, porque ellos están implicados y conocían las claves de mi relato. Sucedió que me respondieron al día siguiente, lo habían leído de inmediato siendo un libro que no es fácil de leer, indudablemente me sentí feliz.
¿Cómo ha sido tu relación con la Filzic?
-De partida me encanta Antofagasta y conozco esta feria, he visto cómo ha ido creciendo, hice talleres y viajé a distintas partes de la ciudad, como Mejillones o a algunos colegios. Yo creo que lo más destacable de la Filzic es que se han conocido nuevos autores, la gente se ha podido acercar a nuevos expositores, han tenido más posibilidades de comunicación como la implementación de los talleres, los que hacen leer y escribir a los niños y no tan niños. El acto de leer es fundamental y ojalá conserváramos ese tiempo y no se nos fuera en la vorágine de la rapidez.
Para algunos tener tiempo para leer es considerado un lujo…
-Ojalá la gente se permitiera ese lujo en vez de tanto teléfono. Mucha gente lee en los metros. Aquí en Antofagasta a lo mejor no es tan difícil, los trayectos son más cortos, yo creo que la gente se tiene que hacer el tiempo para leer, es una práctica en el fondo, para qué estar contestando todo el día el WhatsApp, eso es tarea de uno y también tarea de quienes trabajamos con la literatura, inculcar a la gente lectura con más densidad.
¿Qué estás leyendo actualmente?
-Estoy releyendo los diarios de Kafka pero también mucha poesía, porque me llega poesía de todos lados, de España por ejemplo, también un libro muy pequeño de un poeta de la zona central, una joyita. Los nuevos poetas están escribiendo cada vez mejor.