"Uno no escoge los libros que lee, los libros lo escogen a uno"
"El peso del corazón", la más reciente novela de Rosa Montero, remite desde la primera página a la melancolía del duelo, pero también a la alegría de vivir. La connotada escritora española visitó la Filzic en donde realizó un conversatorio en torno a su carrera literaria y en especial su última novela, trabajo que construyó con todo el peso de su corazón, pues ha sido la obra que más disfrutó escribir.
Visitó Santiago muchas veces pero ésta es su primera vez en Antofagasta, geografía que llamó profundamente su atención. "Conocí La Portada y esas maravillosas montañas polvorientas cromáticamente me encantan, son bastante impresionantes", confesó la autora de "La ridícula idea de no volver a verte", uno de sus trabajos más híbridos.
Y es que Rosa Montero además de colaborar con columnas todos los martes en el periódico global El País, es una escritora que disfruta de experimentar con los géneros literarios creando obras que ella misma es incapaz de clasificar. Con una pluma alzada y una prominente carrera, la novelista es una de las autoras más importantes e influyentes de la narrativa española contemporánea.
¿Cómo podrías definir tu trabajo?
-Me encantan los libros híbridos y manchados, todos mis libros siempre tienen una parte como borrosa. Hay un profesor de Edimburgo que ha hecho un libro sobre Javier Marías, Antonio Muñoz Molina y yo, en donde se refiere a la literatura errabunda. Él nos considera escritores errabundos y me ha parecido una definición maravillosa porque yo siento que voy caminando por el panorama de la literatura buscando nuevas perspectivas. Yo me deslizo de los géneros y las definiciones y "La ridícula idea de no volver a verte" es un claro ejemplo de ello, la que surgió después de cuatro años de bloqueo en donde no escribí.
¿Cómo superaste el bloqueo?
-Cuando me bloqueé no se lo dije a nadie. Yo intentaba escribir otra cosa cuando casualmente me llega un diario brevísimo de Marie Curie de sólo 28 páginas, diario que escribió un año después de la muerte de su marido y que más que un relato, es un verdadero alarido de dolor. Mi editora quería que le hiciera un prólogo y sucedió que cuando leí el diario se me ocurrió una idea. Yo soy de las que cree que uno no escoge los libros que lee, los libros lo escogen a uno, y este diario me ayudó a superar el bloqueo, usé la inmensa figura de Marie Curie para poder retratar en ella una serie de pensamientos y emociones que estaban dando vuelta en mi cabeza hace tres o cuatro años.
Dices que tu trabajo es inclasificable, que deambulas de género en género, ¿Qué elementos en particular podemos encontrar en tu última novela?
-"El peso del corazón" es un relato sumamente híbrido, en muchos sentidos, porque es un libro que por un lado es de ciencia ficción porque sucede dentro de cien años en Madrid, pero que por otro lado es un thriller. Es una novela negra porque la protagonista es una detective, por otro lado es un libro existencial sobre el sentido de la vida y la muerte. Por otro lado es una novela política, de aventuras y también fantástica, es un libro con muchos ingredientes, una especie de caleidoscopio.
En "El peso del corazón" retomas los personajes de tu novela "Lágrimas en la lluvia" publicada el 2011, ¿Crees que hubo una evolución en tus personajes?
-Muchísimo. Aunque debo aclarar que son dos libros que pueden leerse por separado, pero sí, retomo ese mundo, es que me gusta muchísimo mi protagonista, Bruna Hysky, que es una androide de combate que ahora trabaja como detective.
Es el personaje que más me gusta de todos los que hecho y el que más se parece a mí, aunque claro, yo no soy una replicante de combate pero sí nos parecemos en su odio por la muerte, en el hambre de vida que tiene, es un personaje muy vitalista, una especie de fiera, yo la veo como un tigre encerrado en una jaula demasiado pequeña.
¿Qué tiene Bruna Husky que te parece tan fascinante?
-Ella tiene una fuerza magnética en mí y no quiero liberarme de ese personaje. Ya tengo la idea de la siguiente novela de Bruna, antes escribiré otra contemporánea, pero ya tengo la idea. Me pican los dedos por llegar a la nueva Bruna. Sucede que de todo lo que escrito, "El peso del corazón" es la que más me ha gustado, escribirla me ha emocionado mucho.
Tú aseguras que la ciencia ficción es una herramienta metafórica poderosa para hablar de la realidad…
-Así es, creo que es una herramienta metafórica muy poderosa para hablar de la condición humana. En España y en el mundo latinoamericano hay una especie de ignorancia relacionada con la ciencia ficción. El gremio de libreros anunciaron que el género más odiado en España era justamente la ciencia ficción y resulta que mis lectores me dicen que les ha gustado mi trabajo, entonces pregunto qué más han leído y la verdad es que no han leído mucho más. Hay una equivocación o prejuicio, las personas generalmente piensan que son historias esotéricas que hablan de marcianitos con orejas picudas, pero como en todos los géneros, hay novelas buenas y novelas malas.
¿Cómo compensas el ejercicio periodístico con la literatura?
-El periodismo escrito que hacemos nosotros también es un género literario y es capaz de alcanzar una altura literaria espectacular. "A sangre fría" de Truman Capote es un reportaje y un libro espectacular, creo que es absolutamente compatible el ejercicio periodístico con la literatura e incluso me atrevería a decir que más de la mitad de los escritores son periodistas.
En el periodismo escribes sobre lo que sabes y en novela escribes sobre lo que no sabes que sabes, en el periodismo hablas de los árboles y en la novela hablas del bosque. En el periodismo la claridad es un valor y en novela la ambigüedad es un valor ya que mientras más interpretaciones tenga una novela, mejor.