Copiloto del Airbus de Germanwings ensayó la maniobra de suicidio
pesquisas. Un informe del equipo que encabeza la investigación reveló que Andreas Lubitz practicó al menos cinco veces el descenso fatal. Esto confirma que manipuló voluntariamente el avión para estrellarlo.
A más de un mes desde que se estrellara con 150 personas a bordo el avión Airbus A320, el pasado 24 de marzo, los investigadores a cargo de esclarecer la tragedia confirmaron ayer que el copiloto de la nave, Andreas Lubitz, ensayó varias veces la maniobra que terminó con el siniestro, durante el trayecto de ida de Dusseldorf a Barcelona.
Según la investigación, Lubitz programó el aparato para que bajara hasta la altura mínima posible, 100 pies, unos 30 metros, en cinco ocasiones durante el vuelo. Estos ensayos no fueron percibidos ni por la tripulación ni por los ocupantes del avión que terminó estrellado en los Alpes franceses.
El director de la Oficina de Investigación y Análisis (BEA), Rémi Jouty, responsable de las pesquisas técnicas, indicó que se puede concluir que Lubitz "ensayó el gesto que luego hizo en el vuelo fatal", aunque precisó que todavía es prematuro para determinar los motivos que llevaron a ello.
El responsable de esta agencia francesa detalló ante la prensa los elementos del informe preliminar de la investigación, que fue publicado ayer y confirmó la información que ya había sido revelada por el diario alemán Bild.
Así fue que se conoció que la información de las cajas negras del avión -encontradas en la escarpada zona alpina del choque-, cruzada con las comunicaciones con el centro de control francés, pusieron de manifiesto que Lubitz ensayó el choque voluntario del avión que llevó a cabo horas más tarde en el vuelo de retorno a Düsseldorf.
El aparato, un A320 del fabricante europeo Airbus, partió el 24 de marzo a las 06.01 hora local desde la ciudad alemana con destino a Barcelona, con la misma tripulación que luego realizaría el fatal trayecto desde la ciudad española con destino a Dusseldorf.
A las 07.19 el piloto salió de la cabina, dejando solo a Lubitz, quien en ese momento reguló hasta en cinco ocasiones en apenas cuatro minutos el piloto automático en posición de 100 pies, la mínima que permite el avión, y la misma que unas horas más tarde acabó en la colisión.
Esas manipulaciones pasaron inadvertidas para los pasajeros, para el resto de los miembros de la tripulación y para el control aéreo francés, puesto que en ese momento el avión se encontraba ya en una fase de descenso, señaló Jouty.
Tras los ensayos, momentos antes de que el piloto volviera a su puesto de mando, Lubitz volvió a situar al avión en su altura normal, previa al inicio de la maniobra de aterrizaje, que se produjo sin problemas a las 07.57 horas.
A las 09.00, el avión despegó del aeropuerto de Barcelona con destino a Dusseldorf y 41 minutos más tarde se estrelló en la montaña después de que el copiloto, otra vez solo en la cabina, volviera a dirigirlo a una altura de 100 pies.
Con este informe se confirma que el copiloto manipuló de manera voluntaria el avión para estrellarlo. La siguiente fase de las pesquisas será "examinar el sistema de evaluación de actitud de los pilotos" de líneas aéreas, según Jouty.
"Tenemos que tratar de determinar cómo es posible que un piloto con problemas psicológicos pueda estar en la cabina de mando pese a que hay todo un sistema de seguimiento", afirmó Jouty, quien reconoció que hay "exigencias contradictorias difíciles de conciliar" entre los imperativos de seguridad que permiten a los pilotos aislarse en la cabina y los imprevistos psiquiátricos.
El informe dice Lubitz interrumpió su entrenamiento entre 2008 y 2009 por "razones médicas" y que en abril de 2009 no le revalidaron el certificado médico por una depresión y porque tomaba medicación. Luego en julio le dieron el certificado pero con la advertencia: "Adviértanse las condiciones/restricciones especiales del permiso". Esto implica que el examinador médico de la aeronáutica conozca la historia del piloto antes de evaluarlo. El copiloto obtuvo su certificado por última vez en julio de 2014 con validez hasta agosto de 2015, pese a que seguía tomando medicamentos.
27
años tenía Andreas Lubitz, el copiloto del avión Airbus A320 que maniobró la nave hasta estrellarla.
150
pasajeros contando a Lubitz iban a bordo del vuelo que se estrelló en los Alpes franceses en marzo.