Con sabor amargo
Todas las encuestas han develado que la confianza de la ciudadanía en las instituciones se halla en crisis; pero esto -la situación de crisis- no es por sí mismo negativo. En realidad, las crisis se vuelven perjudiciales cuando quien está llamado a resolverlas no se pronuncia sobre ellas o existe ausencia de una decisión. Por ello, este 21 de mayo será importante y distinto al resto, porque en este discurso espero que la Presidenta de la República marque la nueva hoja de ruta que la ciudadanía le demanda.
En materia de corrupción hacen falta gestos concretos que denoten el convencimiento del gobierno de que se ha actuado mal, de que han existido irregularidades y que ello no es admisible.
Hay, también, temas en educación y en materia laboral que se hallan en una nebulosa. El reciente cambio de gabinete ha traído inconsistencias en la percepción de estas reformas y no ha podido quedar claro cuál será el énfasis final que tendrán. Es momento que se reponga la agenda de gobierno sobre la mesa con un foco distinto y avanzando con acuerdos.
Un tema que ha sido recurrentemente esbozado y que es fundamental que sea explicitado de una vez por todas es el tema constitucional. Tal discusión ya fue iniciada, desde RN estamos trabajando en una comisión de la que formo parte para proponer una nueva constitución, pero es menester conocer cuál es la definición presidencial sobre como se conducirá dicho proceso.
En los temas regionales, espero que esta vez la presidenta no nos siga postergando y se pronuncie sobre el tema migratorio y una legislación acorde a los tiempos, sobre la problemática de la contaminación por metales pesados que sufrimos y el peligro latente de los relaves que se hayan en una desregulación que afecta la calidad de vida de las personas; que se haga cargo de los problemas de vivienda por la escasez de suelo y subsidios así como soluciones concretas en salud, especialmente para los adultos mayores.
Hoy sabremos si se continua con las demandas ideológicas de sectores minoritarios y radicales, o se toma el camino de estar al servicio de la persona humana.