Desde pequeña fue una alumna aplicada, responsable y con metas claras. Sabía que el esfuerzo la llevaría lejos y le traería grandes recompensas.

Francis Espinoza Figueroa, la actual directora de la Escuela de Periodismo de la UCN, se siente orgullosa de ser una mujer líder, que a base de esfuerzo logró forjarse un camino.

Dice que este es el tiempo de las mujeres, de mostrar toda la fuerza e inteligencia para mejorar la calidad de vida.

¿Cómo recuerdas tu infancia, eres de esta región?

-Soy de esta zona, pero nací en Santiago. Mi madre viajó a la capital para poder darme a luz, pero después regresamos a Antofagasta. Vivíamos en la Villa Florida.

Mi familia está integrada por mis papás y mi hermana. Mi madre siempre fue dueña de casa, pero trabajaba haciendo dulces o queques para generar recursos, y mi padre es contador. El fue exonerado político y por eso tuvimos una vida bastante austera, pero eso lo agradezco.

¿Desde siempre fuiste una alumna dedicada, destacada?

-Estudié en el Instituto Santa María pero fue beneficiada con becas debido a la situación familiar y a mi dedicación por los estudios. Pero siempre tuve buenas notas y seguí allí hasta egresar de cuarto año medio.

Me fui a Santiago a estudiar Pedagogía en Castellano. Egresé con un alto puntaje y pensé que podía seguir en la capital, pero después de un año mi mamá me dijo que en Antofagasta se había abierto la carrera de Periodismo.

¿Cuáles fueron tus primeros desafíos profesionales?

-En la universidad me pidieron que hiciera clases. También se dio la posibilidad de hacer clases en el Aiep, donde quedé como jefa de la carrera de Comunicaciones con mención en Relaciones Públicas.

Pero yo quería hacer mucho más y me incorporé al ámbito académico completamente. Me fue a España a estudiar un magíster en Comunicaciones Audiovisuales. Eso me permitió al regresar tener la opción de postular a un concurso para ser académica de la universidad. A mucho andar quise hacer un doctorado y me fui a Inglaterra, luego de ganar tres veces la Beca Presidente de la República. Seguí Ciencias Políticas y Estudios Internacionales en Birminghan.

¿Cómo percibes a las actuales generaciones de estudiantes?

-Una de mis metas siempre fue mostrar lo que se hace, lo que está haciendo la institución. En los jóvenes veo cosas positivas y negativas. Los veo demasiado inmaduros, con problemas de redacción, pero son muy hábiles en el manejo de redes sociales. Son alfabéticamente digitalizados y además son menos soberbios, más cariñosos y respetuosos.

Desempeño

¿Cuál es el rol que a tu juicio cumplen las mujeres?

-Ahora es el tiempo de las mujeres. Es interesante ver como las mujeres han hecho su camino, ya no sólo en el espacio privado, sino que en el espacio público.

Admiro a las familias que son monoparentales, o a las mujeres que son jefas de hogar porque ellas llevan sobre sus hombros una pequeña empresa, que es la familia.

Pero creo que todavía la sociedad chilena no está preparada para valorar la participación de la mujer en forma igualitaria, porque aún estamos 70 a 30. No nos podemos disparar de ese 30%. Pienso que la mujer debe empoderarse de su condición, seguir luchando.

¿Cómo vez el escenario social y político?

-Es bastante complejo porque se conjugan una serie de elementos que tarde o temprano igual iban a estar. Por una parte, está la gente que tiene expectativas a más corto plazo. Los poderes del Estado todavía no logran asimilar y hacer los cambios necesarios para cumplir con las expectativas.