Diversos incidentes se produjeron en el centro de Santiago tras las movilizaciones que se realizaron ayer y que fueron convocadas por los estudiantes secundarios. La situación más grave se produjo durante un saqueo a locales comerciales, en el que un civil amenazó a una turba de gente con un arma.

Durante los disturbios posteriores a la marcha en el centro de la capital, un hombre salió armado desde un local comercial a amenazar a las personas, en su mayoría estudiantes, que estaban afuera de una farmacia y de una oficina de Correos de Chile que estaban siendo saqueadas, a la salida de la estación de Metro Unión Latinoamericana.

Según versiones de testigos el hombre fue reducido y golpeado por los manifestantes. Se desconoce si la pistola era de fogueo o no. Algunos reporteros gráficos que registraban los disturbios tuvieron que intervenir y luego el hombre fue auxiliado por un piquete de Fuerzas Especiales de Carabineros, que una vez que pudieron resguardarlo lo subieron a un furgón policial.

Aces

Los incidentes se produjeron tras la marcha convocada por la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), que no contaba con la autorización de la Intendencia de Santiago.

Durante la mañana se registraron escaramuzas entre encapuchados y Carabineros en diversos sectores de la ciudad, en las que paraderos y señaléticas resultaron destrozadas.

En paralelo se realizó la concentración convocada Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios (Cones), que contaba con el permiso de las autoridades. La manifestación se desarrolló de manera pacífica.

El ministro secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, se refirió a los incidentes y marcó la diferencia entre la movilización no autorizada y la que fue convocada por la Confech para las 20 horas de ayer, que sí tuvo permiso.

Las tres convocatorias de ayer buscaban rechazar la actuación policial durante las movilizaciones. Esto a raíz de los incidentes del 21 de mayo, cuando resultó herido Rodrigo Avilés (28), que permanece en estado grave desde entonces. Además, los estudiantes querían dar una señal de presión por la reforma de educación.