E l 68,7% de los afiliados al sistema de isapres en la Región de Antofagasta, lo que equivale a 64 mil 948 personas, tendrá un alza en el precio de sus planes de salud.

Por ello, el agente zonal de la Superintendencia de Salud, Javier González, llamó a la ciudadanía a presentar sus reclamos al organismo fiscalizador si así lo estima.

Explicó que las isapres deben enviar al domicilio que tenga la persona registrado en su contrato de salud, las respectivas cartas de adecuación del plan, donde notifican sobre las alzas y éstas se deben aplicar a cada contrato en el mes de su anualidad.

Agregó que las personas que reciban esta notificación de alza tienen la opción de mantener su plan o cambiarse dentro de la misma isapre, ponerle término al contrato, recurrir a instancias judiciales o reclamar ante la Superintendencia de Salud.

Respecto de este tema, su total rechazo a las nuevas alzas al valor de los planes de salud manifestaron los antofagastinos afiliados a ese sistema.

Afiliados

Los afiliados argumentan que se trata de un alza unilateral, una situación que ellos no pidieron y que responde derechamente al interés de las isapres por seguir teniendo mayores ganancias.

Para Katherine Salinas, cajera administrativa, la medida adoptada por las isapres es derechamente "un robo porque a nosotros no nos preguntaron si queríamos pagar más por estar en este sistema. He recibido varias cartas, y lo más chistoso es que en mis liquidaciones siempre tengo diferencia de valores. Al final yo tengo que pagar siempre más", argumentó.

La profesora Susana Pizarro también criticó el accionar de las isapres, precisando que no corresponde que aumenten los cobros. Romina Sotomayor, administrativa de recursos humanos, y Janett González, prevencionista de riesgos, también dieron a conocer su descontento por estas alzas.

Ahora bien, referente a la inédita iniciativa que tienen los abogados de la Segunda Región, que dice relación con ofrecer tarjetas gifcard a los ciudadanos que quieran presentar un reclamo ante la Corte de Apelaciones de Antofagasta, Javier González dijo que como institución no pueden fiscalizar ni realizar ninguna acción con relación al otorgamiento de tarjetas de beneficios a los afiliados para que presenten sus reclamos por la vía del recurso de protección.

Reclamos

No obstante lo anterior, precisó que como "superintendencia desde mediados del año pasado asumimos un rol protagónico, toda vez que estamos dando curso a las reclamaciones de los afiliados y llamamos a quienes no están conformes con las alzas realizadas por sus aseguradoras a realizar sus reclamos vía mail o en forma personal en nuestras oficinas".

Agregó que es un procedimiento que no requiere patrocinio de abogado y es simple, rápido y expedito.

Una muestra de lo anterior es que entre enero y mayo de 2014 en comparación a igual fecha de este año, los reclamos han aumentado más del 600% en Antofagasta.

Hay cosas que no puedo hacer, que no alcanzo a hacer y cosas que no tengo ganas de hacer. Y a pesar de eso, las hago… ¿No será tiempo ya de empezar a hacer sólo lo que puedo hacer, lo que alcanzo a hacer y lo que tengo ganas de hacer? Suena bonito y tentador, pero no es tan fácil.

Por mis diferentes responsabilidades, hay cosas que aunque no pueda hacer, las tengo que aprender a hacer; cosas que aunque no alcance a hacer, tengo que darme el tiempo para hacerlas, y cosas que aunque no quiera hacer, las tengo que hacer igual.

La opción, lisa y llanamente, sería salir corriendo como las locas a perderme en la vastedad del desierto, para no volver jamás… o al menos para desaparecer por un rato hasta que me den ganas de hacer todo lo que tengo que hacer y que por el momento no quiero. No sería muy cuerdo, lo tengo claro. Y sería bastante inmaduro también.

En todo caso, la gracia no sólo es hacer todo eso que preferiría no hacer. Sino que hacerlo con la cara llena de risa, sin patear la perra y como si de verdad me gustara hacerlo. Al final pasarlo bien en la vida, no sólo se reduce a hacer lo que quiero hacer, sino más bien a que cuando me toque hacer lo que no quiero hacer, lo haga con buena disposición. Sólo cambiar la actitud con respecto a algo que me desagrada, disminuye notablemente la sensación de desagrado.

Por ejemplo, si detesto planchar camisas, tengo un problema. Pero mi problema no es ni la camisa, ni la plancha, ni siquiera mi marido, a quien le gusta usar las camisas bien planchadas. El verdadero problema es mi disposición para planchar.

¿Qué es más fácil y más efectivo para resolver el problema? ¿Despotricar contra la plancha? ¿Alegar contra la camisa? ¿Tratar de convencer a mi marido que las camisas arrugadas "la llevan"? No a todas las anteriores. La única llave que de verdad funciona es cambiar la manera cómo yo percibo lo que me sucede.

Ghandi lo dijo: "Cambiando yo, cambia mi mundo".

Bonita la frase y súper manoseada también. Es que no es fácil aplicarla y curiosamente, quienes más la pronuncian suelen ser los que menos la practican. No es sencillo desprogramar la forma cómo hemos aprendido a mirar el mundo. No es fácil liberarse de la tendencia de culpar al resto del mundo de nuestras desgracias.

Tampoco es sano creer que los responsables de todo somos nosotros. En verdad, nadie tiene la culpa de nada. Sólo hay que aprender a mirar de nuevo y a tratar de entender las cosas de otra forma.

La realidad sólo existe en la medida y en la forma cómo es percibida. Si yo cambio mi manera de percibirla, cambiará mi realidad. El camino es largo y engañoso. Pero la promesa es vivir una vida más plena y más feliz.

Marcela Munita Solé

Marcemunita.blogspot.com

La Oficina Nacional de Emergencia, en conjunto con la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo, presentaron dos manuales destinados a los directores comunales de protección civil y emergencias.

El primer volumen - denominado "Manual de Operaciones de Emergencias: Nivel 1"- incluye temas para quienes administran las acciones prevención, preparación y respuesta a nivel comunal. El segundo texto, "Manual de Escenarios de Riesgo, Nivel 2", busca implementar acciones que tengan como base una gestión preventiva.