"Cheo" y el Inti Raymi
Curioso lo que sucede en el plano estelar. Justo cuando entramos a la estación invernal, anunciamos el retorno del sol… ¿Cómo así, si se viene el frío? Porque es el solsticio de invierno, donde pernoctamos la noche más larga del año.
El 21 de junio, los pueblos nativos de América del Sur festejan el "Willka kuti" ("retorno del sol", en idioma aymara). Celebran así el retorno del astro rey, que entibia y hace fértiles las tierras. Vienen las nuevas siembras, los animales se aparean.
Los quechuas lo denominan "Inti Raymi" ("Fiesta del sol" en ese lenguaje), pero lo celebran el 24 de junio, cuando en Chile hablamos del "Veranito de San Juan", en virtud de esos días soleados y tibios que nos hacen olvidar el invierno.
Los mapuches lo llaman "We tripantu" (Nueva salida del sol, en mapundungu) regados festejos que nuestros aborígenes disfrutaban aunque las lluvias siguieran mojando sus rucas.
Todos celebran el nuevo sol. Pero los hombres citadinos -de seguro- no lo harán, salvo las excepciones de siempre. El hombre actual vive amenazado por el daño que hace el sol en la piel de los humanos. Se cubre de ungüentos protectores de dudosos efectos, rehuye los rayos.
Pero este solsticio de invierno nos da -además- la ocasión de recordar a un hombre que dio a conocer, difundió e impulsó este tipo de festejos. Hablo de "Cheo" Gárate, a quien el sol que regresa va a echar de menos. No estará en el Hito del Capricornio, con sus grupos folclóricos, festejando el retorno de los buenos tiempos, que llegan junto al astro rey. No atronarán los bombos ni sonarán los bronces. Tampoco trinarán los cascabeles de los caporales, ni el viento llevará el ritmo de las sayas.
Este solsticio de invierno vuelve el sol al hemisferio sur, brota la vida. Pero ese sol buscará a "Cheo" Gárate por los rincones de la pampa o por los poblados de la precordillera. No lo hallará, pues partió hacia lo alto. Desde allá, "Cheo" verá cómo aquí abajo dejamos morir tan bellas tradiciones. Una pena.