El tacto de la madre genera más estímulos en el feto que su voz
Gestación. Científicos encontraron que cuando las embarazadas acarician su vientre, los bebés mueven más algunas partes de su cuerpo.
Un nuevo estudio reveló que los bebés que están por nacer responden más al tacto de la madre que a su voz o los sonidos en general.
En la investigación, un equipo de la Universidad de Dundee (Escocia) analizó distintas acciones e intentaron determinar cuál de éstas generó la respuesta más importante por parte de los fetos: la voz de la madre, el toque de una madre o ninguna acción.
En el análisis participaron 23 embarazadas sanas que tenían entre 21 y 33 semanas de gestación. Las voluntarias fueron ubicadas en una habitación oscura, donde debieron realizar tres comportamientos distintos.
En uno de ellos, las mamás le leyeron un cuento a sus hijos. Algunas leyeron "Los tres cerditos", mientras que otras narraron "Las habichuelas mágicas".
En otra situación, las madres frotaron y acariciaron su abdomen. La tercera fue una situación de control donde las madres se recostaban con sus brazos a los lados.
Mientras las mujeres desempeñaban estas acciones, los científicos usaron ecografías para registrar la respuesta de los fetos.
Más movimientos
A través de este ejercicio, los especialistas encontraron que cuando las madres frotaban su vientre, los bebés movían más los brazos, la cabeza y la boca, que cuando las mamás no hacían nada o cuando leían.
"Aunque es especulativo sugerir, bien podría ser que el incremento en los movimientos de los brazos en respuesta al tacto maternal también fue una respuesta directa a la fuente del estímulo", escribieron los autores en su informe, sugiriendo que los movimientos de los fetos fueron sensibles e intencionales.
El estudio también encontró que los fetos se movían más en el tercer trimestre que en el segundo trimestre de gestación. Los investigadores creen que esto se puede deber a que la piel de los fetos se vuelve cada vez más sensible mientras se desarrollan.
"Los resultados generales muestran que la caricia maternal del abdomen fue un estímulo poderoso, al producir una serie de respuestas de comportamiento fetal", señalaron los académicos en su paper.
"En síntesis -agregaron los expertos-, los resultados de este estudio sugieren que los fetos responden selectivamente a estímulos externos más temprano de lo que se sabía hasta ahora". Además, "los fetos regulan activamente sus comportamientos como respuesta a los estímulos externos, y la maduración fetal afecta la aparición de tales respuestas al ambiente", concluyeron.
El contacto con el feto se puede hacer a través de la haptonomía, o "ciencia del tacto", que consiste en establecer una interacción con el bebé a través del contacto táctil y la respiración. Esto se realiza tocando el vientre, con presiones suaves, masajes, caminando con los dedos y con respiraciones profundas. Expertos recomiendan iniciar esta práctica cuando comienzan a sentirse los movimientos de la guagua. Esta práctica se puede aprender a través de cursos a los que se asiste en pareja y guiados por un profesional.