La Perla Suelta
Lo primero que pensamos al escuchar cualquier expresión que se inicie con la palabra perla es creer en que la usarán en expresión irónica y burlesca sobre nuestra ciudad. Quizá en muchos casos no nos equivoquemos,pero en este es mejor no tener miedo.
"La Perla Suelta" es el tercer libro que la poeta Paula Ilabaca ha escrito y con ellos ha logrado ser aceptada por la academia. Nos muestra cómo a través del arte las personas se dividen, se enamoran de sí mismas y a la vez se odian al ser incapaces de volver a ser una.
La perla y la suelta nos devuelven al misterio de la escritura, a la locura que hay entre una palabra y la otra en la mente del creador, donde la poesía, lo dramático, el testimonio dejan de existir para dar paso a la ficción que es lo que une vida y literatura. Ella misma la describe como el hambre de escribir, la carne que se come a sí misma y de cómo esa sensación sin igual de crear se arremolina en una desesperante sensación que pugna por salir. Cuando la escritura se torna en una enfermedad, en un hijo que muere en el vientre de la madre: "Frente al espejo miraba mis dientes de caballo, mis dientes de animal, mis dientes de perra. Cada vez que abría la boca. Devenir animal. Devenir yegua. Devenir perra".
Es increíble pensar en la honestidad con la que la poeta se refiere a su trabajo cuando relata su experiencia con la escritura desde la infancia cuando en vez de pasar la tarde frente al televisor lo hacía frente a un cuaderno, escribiendo. También cuenta como gracia que su primera novela, al no conocer los conceptos literarios, la denomino como cuento largo "Quizás esta inconsistencia o imprecisión en el nombrar, hizo que me pasara hacia la poesía".
Hoy escribo sobre Ilabaca y "su perla suelta" aun cuando mi libro favorito es "La Ciudad Lucía" ya que en su escritura podemos ver la fuerza de una menstruación sufrida, apoyada por generaciones de mujeres que atraviesan su pluma como hablándole al oído para que la poeta grite por todas.