La Comunidad Cristiana de Antofagasta desarrolla un potente trabajo en hogares denominado "Casas de Bendición" en más de un centenar de domicilios a lo largo de toda la ciudad. Estas reuniones convocarán a una cantidad indeterminada de personas, quienes recibirán semanalmente oración y bendición en un hogar cercano a su domicilio.
Para este 2015, la Comunidad Cristiana prevé que abrirá más de cien nuevas Casas de Bendición, las que acogerán a los centenares de personas que ingresan a la iglesia.
El plan de trabajo busca fortalecer las redes y potenciar aún más el crecimiento numérico de la iglesia evangélica más grande de la ciudad.
El apóstol de la Comunidad Cristiana de Antofagasta, Santiago Rojas, comentó que el trabajo de hogares es un diseño de trabajo que busca seguir fortaleciendo el contacto personal con la masiva cantidad de personas que asisten y se congregan en la iglesia, pero que necesitan un grupo pequeño de cristianos que les ayude de manera personalizada en su vida.
"La Palabra de Dios relata que en el primer siglo, la primera iglesia se hacía en el templo y en las casas. Y es en las casas donde también se hace iglesia. Allí se puede orar, bendecir, compartir la Palabra de Dios y hacer vida de familia de Dios. Siempre habrá un hogar que acoja a quienes se van integrando a la familia del Señor", comentó el apóstol.
BIENVENIDA
Rojas explicó que para tener una "Casa de Bendición" donde asistir, la iglesia primeramente prepara a todas las personas que necesitan ayuda, a través del "Culto de Bienvenida".
"Este es el lugar donde primero reunimos a todos los que tendrán sus Casas de Bendición. Aquí, le damos la bienvenida a todos quienes se acercan a Dios, les ayudamos permanentemente y todas las semanas, y luego de un período de semanas, los guiamos a la que será su Casa de Bendición definitiva", dijo.
El Culto de Bienvenida se realiza todos los miércoles en las dependencias de la iglesia, esto es en la esquina de calle Latorre con Orella, en el centro de la ciudad. A partir de las 20.30 horas, todos los miércoles son bienvenidos hombres y mujeres que se están acercando a Dios.
"En el Culto de Bienvenida oramos por todas las personas. Le enseñamos principios cristianos. Le abrazamos y le damos el apoyo y el cariño que muchos necesitan. Escuchamos el problema de centenares de personas que necesitan la ayuda de Dios en sus vidas y en sus familias. Por eso trabajamos en el 'Culto de Bienvenida'. Los atendemos de manera personalizada, oramos por sus vidas y le compartimos la Palabra de Dios. Es una instancia donde también se convive entre hermanos, y se vive la comunión de manera especial", explicó el apóstol.
BENDICIóN
Asisten entre 5 y 15 personas y cada Casa de Bendición tiene un padre de casa que las dirige, las coordina y asume un compromiso con la vida de cada integrante de una Casa de Bendición.
Son hogares distribuidos a lo largo de toda la ciudad. Sea en el propio domicilio del Padre de Casa o en el domicilio de una persona que desee que allí se celebre una Casa de Bendición.
"Nuestro mayor desafío es que en cada sector de la ciudad, haya cerca una 'Casa de Bendición' donde las personas puedan acercarse", reiteró.