Antofagasta, una ciudad donde desarrollo y atraso se combinan
análisis. Pese a ser la capital económica del país faltan viviendas, parques y mejor salud.
La opinión no varía mucho, pese a la diversidad de los consultados. Antofagasta crece, pero no supera sus peores déficit y por lo mismo requiere un trabajo más potente y decidido desde el aparato público local, con apoyo del nacional.
Hoy la capital de la Segunda Región -la misma cuyo PIB per cápita iguala al de algunos países europeos- tiene marcadas carencias en salud, infraestructura pública, áreas verdes, vivienda y servicios, pero además enfrenta exigencias fuertes en el ámbito de la seguridad ciudadana y la sustentabilidad ambiental, todo lo cual acentúa la percepción de un trato "injusto" con la zona.
El vicepresidente del Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil, Osvaldo Chávez, cree que los problemas en la ciudad son varios, pero hay dos que destaca con más fuerza: el acceso a la vivienda y el abordaje del "tema contaminación", sobre todo la asociada a la actividad portuaria.
Chávez, de profesión arquitecto, piensa que ambas complejidades surgen a raíz de una mala planificación de la ciudad y la respuesta centralista que se entrega a los problemas.
"Las grandes carencias de Antofagasta comienzan en una mala planificación en términos de cómo abordamos nuestro crecimiento, cómo abordamos nuestro sistema productivo, y el gran responsable de esa mirada errada es el centralismo, porque las soluciones son pensadas en Santiago", explicó.
CÁNCER
La contaminación también es un problema clave para el presidente regional del Colegio Médico, Aliro Bolados, pero no sólo la de metales pesados, sino también la que producen las quemas en el basural La Chimba y otras fuentes.
"Recibimos contaminación por distintas vías, tenemos las tasas de cáncer de pulmón y vejiga más altas del país. En ese aspecto Antofagasta no puede considerarse una ciudad que avanza, sino más bien una que está detenida y donde cuesta quedarse a vivir", manifestó.
Bolados también identificó brechas claras en el campo de la salud, donde "tenemos los mayores déficit de especialistas e infraestructura hospitalaria de todo el país".
Para el arquitecto y consultor Andrew Trench, el gobierno central aún no asume la envergadura que la ciudad tiene, situación que contribuye a la agudización de sus carencias.
Mencionó lo que sucede con los subsidios habitacionales, que en Antofagasta son totalmente superados por los costos que tienen la construcción y los terrenos.
"Padecemos también un tremendo déficit en espacios públicos, áreas verdes, plazas. Yo miro con envidia lo que sucede en ciudades como Viña del Mar o las comunas de la Región Metropolitana, donde los espacios públicos son más e infinitamente mejores que los nuestros", aseguró.
Trench dijo que en el gobierno debe comprender que en Antofagasta no se puede invertir lo mismo que en la zona central o sur, porque los déficit son más severos y además "cien pesos acá no valen lo mismo que en Santiago".
CLASE MEDIA
El exseremi y director de la Cámara de Comercio, Antonio Sánchez, define a Antofagasta como una ciudad "asimétrica", con sectores que se desarrollan rápidamente y otros cada vez más postergados.
Aunque en general cree que toda la población antofagastina paga los costos de este desequilibrio, el directivo estima que la clase media es la gran perjudicada.
"Tenemos un segmento que disfruta del mall y en el otro extremo a la gente de los campamentos, y en medio existe un segmento amplio que se invisibiliza ante esos dos polos tan potentes", argumentó.
Antonio Sánchez afirmó que las respuestas a los problemas de la ciudad deben generarse desde la esfera local, pero con los recursos que proporcione el poder nacional.
El diagnóstico de Nicolás Rodríguez, gerente del Hotel Antofagasta, es similar: existen dos Antofagasta, una desarrollada y otra "en deuda".
"La parte salud está mal, falta infraestructura, pero sobre todo mejorar la imagen de ciudad, en el sentido de la limpieza y la seguridad", afirmó.
Rodríguez observó un desaprovechamiento del borde costero y del centro, que aunque han sido preocupación de las autoridades, no están en el nivel que se requiere.
"Tenemos un segmento que disfruta del mall y en el otro extremo a la gente de los campamentos, y en medio existe un segmento amplio
que se invisibiliza
ante esos dos polos tan potentes".
Director Cámara de Comercio