A pesar de que la cantante chilena Javiera Mena no se autodefine como una activista del movimiento LGBT, es conocida como un icono de la comunidad homosexual, al ser abiertamente lesbiana, y reconoce que con su música le gusta "mostrar la realidad" a través de su música, "como el amor entre chicas".
La compositora se encuentra por estos días de gira por España y allá conversó con Efe sobre su visión de la concepción de su música como parte del movimiento gay y sobre su último trabajo, "Otra era", que la tiene recorriendo el país europeo.
Mena es una de las exponentes del nuevo pop latinoamericano que ha logrado cruzado fronteras con su pop digital, que es el estilo que ha venido cultivando desde su primer disco "Esquemas juveniles" (2006), que la situó en la escena nacional.
Precisamente su más reciente álbum trata temáticas como la pasión, la sensualidad y el sexo lésbico.
Pero lo que hay en el disco de Mena es pop, pop bailable duro. Y haciéndose cargo de eso, la artista contó que esta intentando perfeccionar la danza en sus shows.
"Me encuentro trabajando con una coreógrafa catalana, Tuixén Benet, me he emparentado con ella y he hecho que esté en mi 'show' en vivo", contó desde España.
La artista reconoció que ya ha forjado un vínculo con el público español, al que distingue del latinoamericano. "El público español se siente muy identificado con mis canciones, mi música llega al subconsciente de las personas porque en mi hay mucha España", dijo Mena en España.
"En Latinoamérica están creciendo musicalmente hablando, la gente es más virgen en este aspecto", afirmó.
Mena confesó que con su trabajo quiso hacer un guiño al grupo español pop de los 80, Mecano. "Mi influencia española fue este grupo, una banda que considero muy importante en España. Les conocí cuando era muy niña, a partir de ese momento comencé a investigar la producción con sintonizadores de Nacho Cano", contó.