El día que Colombina Parra tiró su guitarra al agua
- En el video del single "Edificios", canción que aparece en tu último disco, "Otoño Negro", tiras al agua una guitarra. ¿Por qué lo hiciste?
- Era una guitarra de la que había que desprenderse, había cumplido ya su ciclo. Como a las hojas de los árboles, había que dejarla ir, igual cuando nos desprendemos de seres humanos y cosas que amarran, tenía que cortar una parte de mí. Era la guitarra con la que saqué las canciones y grabé el disco "Otoño Negro" en una sola toma, una guitarra muy barata y simple. La guitarra no sólo sirve para tocarla, también es un objeto que puede decir cosas desde otros lugares. Y la solté en el agua de un río congelado en Filadelfia, en Estados Unidos, un país tan potente y tan opuesto a mi disco. Fue como un diálogo al revés con ese país.
- ¿Por qué decidiste hacer el disco en una sola toma?
- En eso me ayudó José Ureta, un amigo que hace una música que me gusta mucho. Él opinó, cuando me escuchó componer, que el disco debiera ser de un solo viaje, en una sola toma, sin adornos ni rellenos, sin llamar a otros músicos ni tratar de que sonara profesional. Es primera vez que hago un disco que suena como cuando compongo: una guitarra cruda a la que nunca me había atrevido a registrar pero que es algo que he hecho toda la vida, tan íntimo como mostrar cuando te lavas los dientes en el baño. Quería mostrar estos dibujos previos.
- ¿Qué has estado leyendo últimamente?
- Últimamente tengo de libro de cabecera las "Cartas a Theo" de Vincent Van Gogh. Son las cartas que le mandaba el pintor a su hermano, que era como una especie de mecenas que lo financiaba. Creo que tiene que ver en algo con lo que estoy haciendo, con la pintura y la música. Van Gogh habla mucho de la pobreza en la que estaba y lo mal que lo pasaba, pero también muestra que tenía momentos luminosos, como cuando encontraba lugares o colores que le daban una sensación nueva para pintar. Y aunque vivía con el mínimo material, era feliz con eso. No era tan depresivo como uno cree, con la pintura descubría nuevos territorios.
La cantante Colombina Parra es hija del antipoeta nicanor parra y nury tuca.
la agencia espacial europea aspira a construir una "aldea lunar"
proyecto. Johann-Dietrich Woerner, el nuevo director del organismo, sueña con un laboratorio que sirva a la exploración, la minería y al turismo.
El nuevo director general de la Agencia Espacial Europea (ESA), el alemán Johann-Dietrich Woerner, quiere instalar un laboratorio permanente en la Luna en el que trabajen astronautas y robots y que sirva de base para eventuales misiones a Marte, como centro de explotación minera o como un complejo turístico.
"Propongo ir a la cara oscura de la Luna y crear una 'aldea lunar', que no significa que vaya a tener casas, ayuntamiento e iglesia, sino un lugar para que los distintos países puedan aplicar sus competencias a través de astronautas o de robots", afirmó en una entrevista con EFE el responsable de la ESA para los próximos cuatro años, que asumió el cargo el pasado 1 de julio.
el sueño de woerner
Ingeniero civil de 60 años y hasta ahora responsable de la delegación germana ante la ESA, Woerner comparte su visión para el futuro de esa organización en una conversación con referencias a la ciencia ficción.
"Un laboratorio en la propia Luna donde se pudiera construir un telescopio que, aprovechando la sombra, permitiera una mejor observación que desde la Tierra. También llevar a humanos, como punto intermedio para llegar a Marte. Y está la posibilidad de desarrollar la minería lunar, el turismo. Una gran gama de actividades que deberíamos empezar a discutir ahora", prosiguió.
El lugar con que sueña Woerner, idea que prevé la NASA desde hace años, sustituiría a la Estación Espacial Internacional, laboratorio construido por módulos que orbita alrededor de la Tierra desde 1998 y que supuso un hito en la colaboración internacional en el espacio, pero cuya vida útil terminará entre 2024 y 2028.
Por ahora, Europa solo se comprometió a participar en esa aventura científica hasta 2020, así que el primer objetivo de Woerner pasa por prolongar la contribución europea a la EEI para involucrar después a la ESA en la construcción de una "aldea lunar".
"Si alguien viene con una idea mejor, estupendo. Pero al menos tenemos un punto de partida", indicó Woerner, que dirige una organización con un presupuesto para 2015 de 4.433 millones de euros, notablemente inferior a los 14.000 millones de euros anuales de la NASA o a los 8.800 millones de la rusa Roscosmos.
aspiraciones
El futuro de la experimentación espacial tras la EEI es solo uno de los muchos expedientes que tiene Woerner entre manos, en un área donde los proyectos son muy ambiciosos e innovadores y se desarrollan en el largo o muy largo plazo.
Un claro ejemplo es la sonda Rosetta, que comenzó a diseñarse en los años ochenta del pasado siglo, se aprobó en 1993, se lanzó en 2004 y tras diez años viajando por el espacio, el pasado noviembre logró posar a su módulo Philae en un cometa y colocar "a la ESA en los libros de historia del espacio".
"Rosetta es un ejemplo perfecto de que algunos se equivocaban pensando que a los ciudadanos de a pie solo les interesa el retorno directo de la inversión financiera. La gente está mucho más interesada en la ciencia y la exploración espacial", comentó.
Ese entusiasmo por lo desconocido es lo que impulsa la exploración científica, con objetivos aparentemente imposibles pero tecnológicamente viables, como en su día lo fueron el descubrimiento de América y los descensos a las profundidades marinas.
"Estoy seguro de que los humanos iremos a Marte, pero no puedo decir cuándo. No es como ir a la Luna, donde si hay un problema, como con el Apollo 13, en dos días estás de vuelta. Se tarda dos años en volver de Marte con los sistemas de propulsión utilizados ahora", dijo Woerner, quien estaría "muy contento de que fuera una mujer" la primera en poner un pie en el planeta vecino.
La ciencia ficción, plasmada en la literatura, el cine y la televisión, no es ajena para Woerne. "Hay tantos sistemas en el universo que la probabilidad de que estemos solos es muy pequeña", sostuvo, y añadió que "el problema son las distancias, por ejemplo, de mil millones de años para que llegue una señal de radio a un punto. No digamos ya viajar. Quizá en el futuro tengamos mejores tecnologías, como la nave Enterprise de Star Trek".
Objetivos
La agencia buscará instalar un centro en el que trabajen astronautas y robots, y que sirva para eventuales misiones a Marte, explotaciones mineras y el turismo.
Presupuesto
La ESA de Woerner cuenta con un presupuesto de apenas 4.433 millones de euros, cantidad inferior a los erarios de la NASA y la rusa Roscosmos.
Futuro
De concretarse el proyecto, la "aldea lunar" reemplazaría la Estación Espacial Internacional (EEI), cuya vida útil terminará entre los años 2024 y 2028.