Un estudio de la Universidad Estatal de Pennsylvania (EE.UU.) asegura que alimentar el vocabulario de los niños a una edad temprana puede conducir a un mejor rendimiento académico.
La investigación, encabezada por el académico Paul Morgan y publicada en la revista Child Development, sostiene que los niños de dos años de edad que tienen esta formación mejoran su lectura y matemática en la etapa preescolar, y también tienen un buen comportamiento.
Otros estudios han encontrado que los niños que tienen un buen rendimiento durante kinder tienen más posibilidades de ir a la universidad, casarse, formar su propio hogar y vivir en hogares con ingresos más altos.
"Nuestros resultados proporcionan evidencia convincente de la importancia del vocabulario oral como un contribuyente multifacético para el desarrollo temprano de los niños", argumentó Morgan en un comunicado institucional.
seguimiento
El académico trabajó con investigadores de las universidades Estatal de Pennsylvania, California (Irvine) y Columbia. El equipo examinó los datos de las encuestas realizadas a un grupo de padres sobre el vocabulario de sus hijos a los dos años de edad.
Los autores encontraron que las diferencias de vocabulario entre los grupos de niños en Estados Unidos ya eran evidentes en ese periodo de tiempo. Las niñas, aquellos de familias más favorecidas económicamente y que recibieron una buena formación de sus padres mostraron un acervo lingüístico más amplio.
En tanto, los niños nacidos con bajo peso o que fueron criados por madres con problemas de salud tenían menos dominio de vocabulario.
Cuando Morgan y su equipo examinaron cómo los niños se desenvolvían en el jardín infantil tres años más tarde, encontraron que los niños con un vocabulario más amplio a los dos años de edad eran mejores lectores, tenían más dominio en matemática y eran más atentos, persistentes y menos propensos a tener un comportamiento ansioso.
Esto ocurrió incluso después de ajustar los recursos económicos de la familia, el funcionamiento cognitivo previo de los niños y su comportamiento, entre otros factores.
conclusiones
De esta manera, la investigación apoya estudios previos que demuestran que las diferencias de vocabulario emergen muy temprano durante el desarrollo de los niños y ayudan a explicar las diferencias posteriores en cómo los niños se desenvuelven en la escuela.
En ese sentido, las conclusiones de la investigación de Morgan su equipo ponen de relieve la importancia de la intervención temprana, en especial si ambos padres son trabajadores de tiempo completo.
"Nuestros hallazgos también son consistentes con el trabajo previo que sugiere que los padres que están estresados, sobrecargados, menos comprometidos y que experimentan menos apoyo social pueden hablar, leer, o de otra manera interactuar con sus hijos con menor frecuencia, lo que da como resultado en sus hijos la adquisición de un vocabulario oral más pequeño", explicó Morgan.
La propuesta de los investigadores es buscar ayuda profesional para apoyar la formación de los niños en caso de tener problemas de tiempo para compartir con ellos.
George Farkas, académico de la Universidad de California en Irvine, puso énfasis en las familias de menos recursos y sugirió una intervención social -como un programa de visitas domiciliarias- para brindar asistencia a los niños y ayudar a los padres a aclarar el papel que juegan en la crianza.
El sitio web del Ministerio de Educación entrega una serie de consejos a los padres sobre cómo enseñar nuevas palabras a los niños. Entre las recomendaciones se encuentran presentar oportunidades de encuentro con las palabra, entregar información amplia sobre ellas (significado, usos) y hacer que piensen en ellas. Este proceso sirve para introducir palabras complejas y que no están a simple vista como "interpretar" y "compatible", entre otras.
Rendimiento
El estudio de Paul Morgan y su equipo afirma que los niños que aprenden más palabras a temprana edad tienen un mejor rendimiento en el colegio.
Comportamiento
Uno de los resultados de la investigación indica que los niños que tienen un buen vocabulario tienen una mejor conducta y son menos ansiosos.
Factor económico
Los niños con menos recursos y baja educación son los más propensos a desarrollar un mal vocabulario, lo que acarrea consecuencias para su futuro.