Bryan Saavedra López
Durante septiembre y octubre, el fenómeno climático El Niño extremará las temperaturas, tanto frías como cálidas, en la Región de Antofagasta, llegando incluso a generar durante el verano condiciones para la llegada de especies no habituales en las costas locales, como la medusa fragata portuguesa.
El Niño es un fenómeno de ciclos erráticos, que consiste en un cambio en los patrones de movimiento de las corrientes marinas en la zona intertropical, lo que provoca alteraciones meteorológicas importantes.
Si bien su llegada es, hasta cierto punto, recurrente, este año se espera que se presente con mucha más intensidad, por eso algunos ya lo han bautizado como "Niño Godzilla".
Efectos
La meteoróloga Marcia Bustos, de la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), explicó que este fenómeno global se produce por el calentamiento de las aguas en la parte tropical y ecuatorial del planeta, y que el apellido "Godzilla" hace alusión efectivamente a su fuerza, que podría compararse a la que alcanzó en 1997, cuando provocó lluvias torrenciales en la zona central del país.
Sin embargo, a diferencia de aquel año, ahora la especialista espera un Niño más influyente a nivel de temperaturas.
"El Niño se presentó entre junio y julio. En julio adquirió más intensidad, con una anomalía de 1,6°, lo cual implica que está desfasado y no puede ocasionar precipitaciones. Por eso el efecto que tendrá en Chile está más asociado a las altas temperaturas", precisó.
En el norte El Niño acentuará las temperaturas y las volverá más extremas, superando la normalidad de entre 17,6° y 18°, y las mínimas entre 12,8° y 13,1°, que posee Antofagasta.
En el caso de Calama, las temperaturas máximas, de entre 22,8° y 23°, y las mínimas, entre 0,5° y 1,2°, también deberían superarse.
"En ambos casos eso sucederá durante el trimestre de agosto, septiembre y octubre", argumentó la meteoróloga.
Los pronósticos están hechos hasta octubre, pero Bustos explica que el fenómeno climático debería extenderse hasta diciembre, con un lento y paulatino decrecimiento.
La doctora en Oceanografía y académica del Departamento de Ciencias Acuáticas y Ambientales de la Universidad de Antofagasta (UA), Paola Dávila, especificó que en Antofagasta "El Niño Godzilla" incrementará la temperatura superficial del mar (TSM) entre 0,5° y 2°.
Además provocará el debilitamiento de los vientos del sur y suroeste, afectando la surgencia costera, lo que implica una elevación del nivel del mar.
"A nivel biológico hay varias especies que se pueden ver beneficiadas por la llegada de El Niño, como el Ostión del Norte (recurso presente en La Rinconada), dado que las aguas de fondo se oxigenan", puntualizó la oceanógrafa.
Pero también hay especies que no toleran estos cambios de temperatura, entre ellas, la anchoveta, que migraría a zonas con aguas más frías.
"Se espera que este fenómeno alcance su máximo desarrollo durante el verano, cuando la alta radiación solar en el hemisferio sur lo amplifique", dijo la doctora, quien agregó que sus efectos ya se están "sintiendo" en la capital regional, junto a ciudades y pueblos del interior. "Por lo tanto, es esperable un verano muy cálido", apuntó.
Sobre las recomendaciones para enfrentar El Niño y su paulatino aumento de intensidad, Paola Dávila aconsejó protegerse de la alta radiación que se producirá en el verano, cuidarse la vista, preocuparse de la hidratación y evitar ir a la playa entre las 11 y 17 horas.
"Además, es probable que prolifere la 'falsa medusa' como la fragata portuguesa, que es propia de aguas cálidas y generalmente su presencia se relaciona con El Niño", advirtió.
Especies
El oceanógrafo del Centro Nacional de Investigación para la Gestión Integrada de Desastres Naturales de la UCN (Cigiden), Juan González, comentó que la primera manifestación de El Niño en la región fueron las precipitaciones del 9 de agosto, que provocaron el fatal aluvión de Tocopilla.
González explicó que éste ocurrió debido a las condiciones cálidas y húmedas (provocadas por El Niño), que se extendieron desde la zona central al norte del país.
"Aquí la autoridad tiene una responsabilidad en mitigar las daños que pudieran ocurrir, porque el fenómeno se está intensificando y si la gente no está informada, pueden ocurrir desastres como el de Tocopilla", manifestó.
Debido al fenómeno, durante la primavera y el verano, podría existir un aumento en las precipitaciones, pero en la zona central del país, donde está el foco de El Niño.
Para González la probabilidad que El Niño llegue con lluvias al zona norte es escasa. Sin embargo, señaló que "si el fenómeno se incrementa en el último trimestre, podrían venir algunos rezagos con características más locales, como lo que pasó en Tocopilla".
El doctor en Biología y director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la Universidad de Antofagasta, Carlos Guerra, detalló que debido a la similitud que tiene El Niño con los eventos de 1982 y 1997, lo esperable, tal como ocurrió esos años, es que se produzca la llegada de especies no habituales.
Guerra, por ejemplo, advierte el posible acercamiento de tiburones de aguas cálidas, animales que depredarían a las especies locales provocando todo un desajuste.
El Niño también detiene las surgencias, lo que significará menos nutrientes y déficit de fitoplancton para el consumo de especies locales, como la anchoveta y la sardina.
"Con esta situación estos animales migran o se profundizan buscando aguas más frías. O se adelgazan y ya no tienen la misma calidad de lípidos y proteínas, porque sufren hambruna en el fondo. Entonces hay un efecto negativo, por eso tendremos menos filtradores y ahí sufre la industria pesquera", señaló el académico.
Pero no todo es negativo, ya que la oxigenación al fondo marino que trae el fenómeno El Niño, permitirá el desplazamiento de pulpos y generará la reproducción de ostiones.
"Se llena de semillas de ostiones por todos lados cuando hay Niño. Por eso te digo que hay cosas que son positivas y otras negativas", manifestó el director del CREA.
Desde tiburones a caballitos de mar, las especies que podrían llegar
El director del Centro Regional de Estudios y Educación Ambiental (CREA) de la UA, Carlos Guerra, explicó que las masas de agua del noroeste que llegan a Sudamérica producto de El Niño, vienen con su respectiva fauna y flora. "Aparte de eso, hay poblaciones de animales que viven en zonas más cálidas y sienten que con esa onda cálida comienza a reducirse su alimento, por eso emigran al sur y aparecen por acá". En cuanto a aves, llegarían el piquero de patas azules y la gaviota de Galápagos. En cetáceos, el delfín de dientes rugosos, que se asocia a masas de aguas cálidas. Esta última especie se detectó en la región en 1982, cuando hubo otro Niño similar al de este año. El pez gatillo también llegaría a estas costas junto las peligrosas fragatas portuguesas. Carlos Guerra también espera la aparición de crustáceos, al igual que en 1982, como el cangrejo nadador y el camarón peneido. En aquella oportunidad también llegaron cantidades industriales de insectos que viven en la superficie del mar y los conocidos "caballitos de mar".