Bryan Saavedra López
Ser un 'Yuccie' significa vivir de lo que te gustar hacer. El término sintetiza 'Young Urban Creatives' (jóvenes, urbanos y creativos) y aborda a jóvenes extraídos del árbol de la generación de los millenials (nacidos entre 1980 y 2000).
Este terminó fue presentado por el escritor David Infante en un blog donde se autodenomina 'yuccie' a la persona creativa capaz de sacar dineros por sus ideas y no por las que les propone un jefe en un determinado trabajo.
El sociólogo Adrián Cortez explica que "los yuccie son, por lo general, jóvenes de alto capital cultural y rico capital social. No basta con tener una buena idea, hay que saber vincularla con los diferentes grupos de interés, saber presentarla, hacerla rentable para los inversionistas o clientes directos".
Por ello esta generación de soñadores se preocupa de su 'pinta', que el reloj le combine con un buen cinturón y son detallistas para marcar la diferencia al momento de presentarte como sus propios gerentes.
Emprendedora
Stephanie Poulsen (27) es la creadora de los muñecos Etni-Co, figuras de etnias originarias de Chile, en un rescate iconográfico de la historia.
"Los diseñé para un taller en la universidad, y mi profe Alexis Díaz me dijo 'haz algo con ellos'. Cuando salí le dije a mis papás que me iba a dedicar a producir étnicos y venderlos. Y mi papá decía '¡pero cómo!' Y yo le dije en la casa, poh. Es que él no tiene el alma de emprendedor que saqué de mi abuelo materno", confiesa Stephanie.
Pese a ello, su padre apoyó su iniciativa y sabe que no debe precipitarse, ya que aún sus muñecos no generan ganancias. Por eso trabaja arduamente en ellos en en un taller que armó en su exhabitación.
Allí ya no está su cama ni sus cosas. Hay una máquina de coser que que era de su abuela y tiene su edad, junto a rollos de hilos, cintas, lápices, libros, esponjas, un poster de los pueblos originarios del Chile, frases en inglés y la lápida/distintivo de su antiguo trabajo como diseñadora gráfica en la Universidad Santo Tomás.
Allí trabajó por nueve meses después que se tituló de diseñadora en un horario normal, pero hubo un momento en que dijo "aquí no hay algo que está bien conmigo. Aparte andaba idiota todo el día y no podía hacer mis cosas, tenía mis proyectos botados y las lucas no valían la pena para dejar Etni-Co de lado. Entonces me fui, porque estaba en un computador todo el día, súper feliz allí", ironiza Poulsen.
La idea fue fenomenal, ya que Etni-co le permite fijar sus horarios y reuniones laborales. "Antes o trabajabas para alguien o te morías de hambre. Ahora las oportunidades de negocios son tan amplias que en verdad la gente puede hacer cualquier cosa", cuenta la diseñadora.
Aviones
El pintor Benjamín Contador Cortés (30) pasó su infancia en el Cajón del Maipo, donde tuvo permanente contacto con la naturaleza, fenómenos climáticos, las lluvias, y la magia artística que le inculcó su padre por los aviones, que es aeromodelista y trabajador independiente.
"Antes quería ser piloto, si de hecho estuve a punto de postular a la FACh, pero dije para qué tener jefes, reglas, mejor poner uno sus límites. Por eso decidí estudiar arte", relata Contador.
Su trabajo le permite, a partir de sus intereses, pintar sus cuadros y manejar sus tiempos. Lo que no le entrega una 'pega' común. "Yo salí de la universidad y lo primero que me encargaron fue un cuadro de un avión", recuerda.
¿Es algo rentable? "No, hay veces que pensaí en ir meterte a un call center, he recurrido a cosas que ni te imaginas, pero se da una cuestión que justo cuando estoy en eso me llaman de una pega o me sale algo relacionado con arte. Es algo que me dice 'este es tu camino y sigue por ahí'", dice el pintor.
Cuando tiene que hacer un cuadro trabaja desde las 10 en adelante hasta las 18 ó 20 horas. Hay veces que uno grande le toma un mes confeccionarlo.
"En esto tú vas picando, si es como una mina, y los aviones son una veta", confiesa.
Soñador
Jesús Castillo Iglesias (28) hoy es el CEO (director) de Etipia, red social que se creó en Antofagasta con el fin de mejorar la comunicación virtual mediante el envío gratuito de postales.
Antes de eso fue estudiante de Sicología por dos meses. Se salió porque sentía que perdía su tiempo. Se alejó de Facebook y las cosas que le hacían perder el tiempo. Empezó a ver documentales y visitar ted.com, una web que exhibe conferencias y clases de profesores de universidades reconocidas a nivel mundial.
"No me di cuenta que me estaba educando. Lo otro es que tenía muchas críticas respecto a cómo se hacían las cosas, mis criticas eran mis ideas, hasta que dejé de criticar y preferí llevarla a cabo", explica Jesús.
De ahí que nace el experimento La Masmorra para promover la música antofagastina y ahora encabeza Etipia, proyecto ambicioso que desea llegar a todo el mundo.
¿Por qué no elegiste el camino común? "Porque quería ser feliz, y sentía que tenía que buscarla a través de mi camino, de lo que realmente quería hacer".
Reflexiones
Hoy trabaja hasta cuando está en la cama, da entrevistas, supervisa al equipo y habla de negocios con inversionistas. No ha salido en tres años de vacaciones y lo que más le ha enseñado son sus fracasos junto a las reflexiones de otras personas que cambiaron cosas en el mundo como Steve Jobs o Nikola Tesla.
¿Te sientes en la categoría 'yuccie'? "Estoy en esa descripción. Me gusta mucho crear, trato de pensar todo el tiempo en mis ideas, en investigar sobre innovación, de estar atento a lo que se está creando en el mundo", reflexiona Jesús, y vuelve a revisar sus correos relacionados con Etipia.
"Chile en esto está en pañales, pero hay instancias que buscan generar un polo de desarrollo favorable para estas iniciativas emprendedoras y son de vinculación público-privadas".
Adrián Cortez Parraguez,, sociólogo
"Antes o trabajas para alguien o te morías de hambre. Ahora las oportunidades de negocios son tan amplias que en verdad la gente puede hacer cualquier cosa".
Stephanie Poulsen,, creadora de Etni-co
Para el empresario y académico de emprendimiento, Néstor Morales, la generación millenials recién comienza a introducirse en el mundo laboral, y van en función de los usos más que en el tener.
"La generación X fue la última dedicada al tener, a comprar una casa, a cumplir los sueños de los padres, con mucho dolor. Los millenials transitan de ese tener a un compartir, o usar los servicios. Se educaron en los videojuegos y lo más interesante es hasta dónde puedo llegar, más que cuánto puedo tener", dice.
Desde su visión los millenials buscan entenderse a sí mismos dentro de lo comunitario y no tienen íconos políticos como los 'X'. "Esta generación puede poner pósters de sí mismos en la pared, cumplir cosas que antes eran tabúes. Los millenials vienen a desarrollar eso. Esta generación se da permiso para ser creativa, es capaz de hacer las transformaciones", cuenta.
¿Hay un desencanto de los jóvenes por ir a un trabajo común?
-Sí, una de las cosas que no se aprendió en el colegio es que el trabajo tiene dos cosas. Una es lo del salario para vivir hasta fin de mes, y otro que es cumplir reglas que a uno no le gustan. Y lo propio de los millenials es que crecieron haciendo solamente lo que les gustaba, tremendamente hedonista, versus las generaciones anteriores, en las que lo más importante era el sacrificio.
¿En qué se distinguen del resto?
-En que no tienen ninguna culpa, no forman parte de ningún proceso histórico en el mundo. Se sienten libres, y esto de trabajar 8 horas diarias sin moverse mucho del escritorio, y usar corbata suena un poco ridículo. Y cumplirlo, pareciera ser más que una necesidad, una tortura.
¿Qué rol juegan en la economía?
-Uno fundamental, porque son el gran sueño de todas las generaciones anteriores. A pesar de que no les gusta, ellos son los consumidores. Yo creo que Sernac se creó pensado para ellos, porque compran muchas cosas chicas que van desechando.
Si quieren cambiar el mundo, ¿por qué son marginados por otros?
- Eso viene de una cultura antigua, de todos los que fueron sujetos de buylling en el mundo. Gran parte de los héroes en el mundo loco en el que vivo de los comics, son nerds. Fueron invisibles. Y terminan siendo George Lucas, Spielberg, el creador de Apple, de Facebook. Han sido personas calladas, no grandes líderes toda la vida. Y los grandes líderes terminan muriendo jóvenes, y entregan mucho antes de partir.
"Esta generación puede hacer transformaciones"
entrevista. Néstor MORALES, empresario y socio de 'Dos Barbas':