A prisión los dos imputados por homicidio del peluquero
AUDIENCIA. Acusado del crimen ya había sido condenado por robo con intimidación y estaba libre desde julio.
Pedro Yáñez Cruz (55) recibió 19 puñaladas cuando murió el pasado 12 de agosto en su domicilio en la población Lautaro. Quien lo asesinó era un conocido suyo, que recientemente había cumplido una condena por robo con intimidación en la cárcel concesionada de Antofagasta, donde en los módulos 45 y 46 está amenazado de muerte, según explicó su defensa.
Estos son algunos de los detalles que se conocieron ayer en la audiencia de formalización realizada en el Tribunal de Garantía, donde comparecieron los dos imputados por el crimen del conocido peluquero. El fiscal de delitos violentos, Mario Concha Matus, dirigió la acusación por los delitos de robo con homicidio contra los dos colombianos.
El persecutor explicó en su acusación que ambos imputados acudieron concertadamente al domicilio de la víctima para robar especies de valor, ya que Luis Góngora Arboleda (23) frecuentaba la peluquería para prestar servicios sexuales a su dueño.
Condena anterior
Este joven de 23 años había sido condenado el 7 de diciembre de 2010 a cinco años de cárcel por robo con intimidación y había recuperado su libertad en julio. Incluso el fallecido había contratado un abogado para ayudarlo, ya que conocía a su madre.
Según el fiscal, Góngora fue quien entró al domicilio ya que había acordado una cita con Yáñez, mientras que Diego Montaño Segura (19) lo esperaba afuera del inmueble, en la intersección de las calles Calbuco con Taltal para recibir las especies que robarían.
"En el interior de la casa, Luis Góngora agrede a la víctima con un objeto contundente, propinándole 19 puñaladas", precisó el persecutor. La causa de muerte según el Servicio Médico Legal, fue por heridas cortopunzantes cervicales en la doble sección de la arteria carótida izquierda.
Mario Concha detalló el relato de casi diez testigos, quienes la noche del crimen (pasada las 23 horas), vieron a los dos imputados llegando a la vivienda de Pedro Yáñez.
Incluso añadió que en el sitio del suceso la Brigada de Homicidios de la PDI levantó una huella plantar, correspondiente a una pisada en un charco de sangre. La huella era idéntica a una zapatilla encontrada en la casa del acusado de 23 años.
Éste se defendió diciendo que el calzado no era de su propiedad y efectivamente permanece a su hermano, con el detalle de que está en prisión cumpliendo una condena.
Posible pena
El fiscal solicitó la prisión preventiva de ambos, sosteniendo que actuaron en grupo para cometer el ilícito, por lo que los acusó de robo con homicidio, delito que tiene una sanción que parte en los 15 años y un día y arriesga hasta presidio perpetuo calificado.
La defensa del joven de 19 años rechazó la petición de prisión preventiva, argumentando que Montaño no fue quien entró al domicilio, ya que sólo estuvo esperando afuera pero cuando escuchó gritos, se marchó.
Por su parte, el abogado de Góngora también se opuso a la medida cautelar pedida por la Fiscalía, ya que la versión de su defendido es que tampoco entró a la vivienda de la víctima y que faltan diligencias para acreditar lo sucedido, ya que ninguno de los acusados reconoce que entró al inmueble.
Tras escuchar al fiscal y los defensores, el magistrado Danilo Andueza, decretó la prisión preventiva de los dos jóvenes, al considerarlos un peligro para la sociedad y fijó un plazo de investigación de 70 días.
La Fiscalía adelantó que realizará la reconstitución de escena del crimen, mientras que el abogado de Góngora solicitó que éste no sea enviado a los módulos 45 y 46 de la cárcel concesionada, ya que anteriormente recibió amenazas de muerte de los internos.