"Esperando al Mesías!"
Pescio
comentarista
deportivo
Desde el despido del anterior entrenador del CDA, observo que se ha instalado la idea en la opinión pública de que el nuevo entrenador vendría a solucionar todos los problemas que históricamente arrastra esta inestable institución deportiva. Es como esperar al Mesías que hará milagros y la masa de hinchas le seguirá como al flautista de Hamelín. Permítanme discrepar de esta opinión.
Creo que un club deportivo debe de tener claro su filosofía de juego y sus valores a transmitir. A partir de estas premisas debe de contratar a un coach con el perfil profesional que se adapte a lo planificado. ¡Y aquí se cierra el círculo! Pero, es de sobras conocido la errática senda por la que camina el club local. Aquí no hay una filosofía ni valores que trasciendan a la ciudadanía.
Cuando juega el CDA hay más gente comprando en el Jumbo que sentada en las graderías del Calvo Bascuñán. Y esta es una situación a la que se debe de enfrentar San José, el nuevo entrenador. No solo debe sumar puntos sino recuperar la autoestima de un alicaído plantel y seducir a la "torcida" local para que prefiera ir al estadio y no al supermercado.
Como lo hemos dicho en otras crónicas, el deporte profesional no solo se nutre de resultados sino al respeto de una identidad y que genere emociones que identifiquen a la ciudadanía con los colores que la representan.
Le damos la bienvenida a San José y le deseamos éxito en este camino asfaltado de piedras y dificultades. La fuerza de su juventud le ayudará a sortear esta aventura deportiva. Este señor viene del país vasco, en donde los leones de San Mames llenan su estadio llamado la Catedral y rugen atemorizando a los rivales con sus cantos, sus boinas y bufandas. ¡Aquí no nos alcanza ni para una capilla!
La hinchada de Bilbao es apasionada y fiel a sus colores, todo lo contrario del club local. Aquí se encontrará con una hinchada apática y desilusionada por la trayectoria de los Pumas. He aquí al otro reto de San José. Que logre que los pumas rujan como los leones de San Mames.
Alberto