Alicia Valenzuela
De los festejos con que la Universidad de Antofagasta celebra su tercer aniversario, la Exposición de Alicia Valenzuela, ubicada en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura de nuestra ciudad, señala, sin duda, su espíritu más alto. Alicia Valenzuela, pintora y maestra de conciencia nunca adormecida, ha querido asociar su doble condición de mujer, maestra y artista, a esta festividad, ofreciéndonos una muestra que, en su brevedad, habla, con elocuencia, de la profundidad de sus progresos y desvelos.
En esta exposición, Alicia se preocupó de enseñarnos su afecto por las cosas que conforman el alma de una "naturaleza muerta" alejándose, sin alejarse, de lo que constituye su más apasionada preocupación: las gentes y los paisajes del Norte. Pero, en estas cosas, también, se afanó porque el Norte estuviese presente y, así, de sus andanzas por viejas "oficinas" abandonadas, trajo algunas reliquias de los hogares de la gesta salitrera: planchas, lámparas, ollas, usadas por la mujer pampina, mujer quemada por dentro y por fuera, roja y decisiva criatura, vencedora de la sed y de la puna, compañera incomparable, para rescatarlas del olvido, perpetuándolas en sus pinturas.
De estas obras, nos interesa especialmente "Carmen", que, en el fondo, representa un homenaje a la mujer chilena, la sufrida y heroica compatriota, que nunca dejó de ser el eje de la familia y el orgullo de sus conquistas de bien. Ahí, está presente la posibilidad de un mural: ojalá que esta idea hallara eco en nuestras autoridades, para que iluminara, con sus colores, la pared de un establecimiento de Educación Femenina de la ciudad. La pintura mural es de aquellas que proporcionan agrado y la lección de arte que los pueblos necesitan para su fortalecimiento interior. Diversos paisajes urbanos completan esta exhibición de Alicia Valenzuela que debería ser vista y estudiada por nuestros alumnos, como forma activa de ejercitarlos a "ver el Norte" , y valorarlo en su amor.
Andrés Sabella 27.06. 1984