SANTO DOCTOR DEL CUERPO Y DEL ALMA, GRACIAS
Antonio, hermano mayor de la fe, contigo y mis eternas lecturas del alma, voy experimentando la auténtica felicidad, aquella que se arraiga en lo más profundo de mi ser; aquella que, sólo es posible, cuando con actitudes, principios, decisiones y prácticas internas se alcanza un sentimiento inalterable de meditación, que abre las puertas a la alegría y plenitud, al poder personal, a la mente, al corazón, al cuerpo y al alma; y allí, solo allí, se produce la transformación para la liberación humana y el encuentro de una vida espiritual superior.
Pero, Doctor de los desposeídos: ¿Qué importa "MI" felicidad, si hay tanta gente que la busca y tan pocos la encuentran? Es que, no me permito ser feliz si no encuentro la fórmula ideal, para compartirla con los otros, con los que sufren, con los que pierden la fe, con aquellos que viven en la desesperanza; puesto que tengo claro que si no me detengo ante la miseria, sólo soy un miserable más.
Antonio, Primer Caballero del Ancla y, ojalá, Primer Caballero Santo de nuestra ciudad: ¿Cómo compartir el pan de la felicidad? ¿Cómo avanzar realmente hacia una educación pública de oportunidades para todos, gratuita, cohesionada, justa y de calidad integral para un mundo mejor? ¿Cómo evitar la cesantía?
¿Cómo promover la cultura, el arte y el deporte? ¿Cómo generar políticas de progreso social para la tercera edad que cada día se multiplica más en nuestro país y el mundo? ¿Cómo apartar a los jóvenes de la droga, del alcoholismo y del peligro permanente de una juventud extraviada, porque los mayores no hemos sido los mejores referentes? ¿Cómo evitar la violencia de la sociedad desigual, discriminatoria y no inclusiva?
Doctor de la Ejemplaridad Humana, TÚ que sembrásteis los más nobles valores humanos sobre la tierra, enséñame tu Milagro de la fecundidad en la bondad y solidaridad, para repartir a los que sufren. Enseñadme a conducir a los Educadores para que nunca entren al templo de la desesperanza, al gobierno de la oscuridad, a la tierra del vencido por la impotencia de no revertir las inconductas de sus estudiantes afectados por todos los flagelos sociales. Amigo Antonio, mantén siempre mi alma bendecida por la fe y la esperanza, para recordar a las familias, padres y madres, que ellos deben ser los primeros orientadores de sus hijos.
Poeta del Norte, ayúdame a crear el milagro en que el mundo, los gobernantes, los empresarios, las autoridades y las familias entiendan que la educación no es sólo tarea de los Maestros, sino obligación de todos, para avanzar hacia el soñado mundo mejor.
Antonio, compañero eterno de dulce caminar, ayúdame en esta tierra para ser Entrenador Vital, Obrero de la Meditación, Quiropráctico de la Vida, Consejero del Alma, Conferenciante Motivacional, Entrenador Personal, Activista y Gestor de las Emociones. Pero, innegablemente, siempre tendré claridad absoluta que, en la búsqueda de la felicidad social, ésta se mantendrá eterna en mi mundo interior, sólo en la
PRESENCIA INFINITA DE LA LUZ DE DIOS!
un santo para antofagasta