Mabel González / Agencias
Los dos principales candidatos a la presidencia de Argentina polemizaron ayer sobre la posibilidad de que se produzcan irregularidades en los comicios de este domingo, que según los pronósticos serán muy reñidos, lo que dificultaría una definición en primera vuelta.
El opositor Mauricio Macri, del frente Cambiemos, advirtió en declaraciones a radio Mitre que existe el riesgo de que se cometan anomalías al señalar que "el sistema de votación es arcaico y se presta a la trampa".
El dirigente conservador pidió a su rival Daniel Scioli, del peronismo oficialista, que "se haga responsable" de la transparencia de los comicios ya que, consideró, "es el más interesado en que la sociedad le reconozca la legitimidad" en caso de resultar el más votado.
Scioli, gobernador de Buenos Aires, es favorito, pero la mayoría de las encuestas no puede determinar si obtendrá el número suficiente de votos para ganar en primera vuelta. Para alzarse con el triunfo necesita al menos 45% de apoyo o por los menos 40% y una diferencia de 10 puntos o más sobre su rival opositor.
Macri, alcalde de la capital argentina, recordó las irregularidades y denuncias de fraude que salpicaron las elecciones de la provincia de Tucumán en agosto, en las que el peronismo se proclamó ganador. El caso llegó hasta la Corte Suprema argentina, que tendrá que definir si acepta un reclamo de la oposición para que los comicios sean anulados.
La junta electoral tucumana determinó en el recuento definitivo de votos que el oficialismo había ganado, aunque con un porcentaje algo menor al que había esgrimido inicialmente.
Macri reconoció que a raíz de lo ocurrido en Tucumán -donde hubo quema de urnas, denuncias de compras de votos y fallas en el recuento de los sufragios- la Cámara Nacional Electoral mejoró el procedimiento con el que las autoridades de las mesas electorales deben fiscalizar la votación del domingo, aunque acotó que "va a depender mucho de qué actitud tome el Gobierno".
El opositor lamentó que el sistema electoral no contemple una papeleta única electrónica que reemplace a los votos de papel diferentes para cada candidato.
Macri apuesta a medir sus fuerzas con Scioli en un balotaje que se celebraría el 22 de noviembre. Varios encuestadores no se atreven a pronosticar cuál de los dos rivales vencería y reemplazaría el 10 de diciembre a la Presidenta Cristina Fernández.
El peronista disidente Sergio Massa está tercero en las encuestas, pero los analistas consideran que no tiene posibilidades de competir en una segunda vuelta.
Scioli se mostró convencido de que el proceso transcurrirá normalmente. El oficialista pidió a los opositores respetar "la voluntad popular" y advirtió que "no hay excusas en cuanto a que están garantizados todos los procedimientos para saber el resultado el domingo a la noche".
Resultados finales tardarían una semana
Días atrás, Alejandro Tullio, director electoral nacional, dijo que en caso de que se produzca una votación muy reñida la certeza de si habrá o no segunda vuelta podría demorar hasta una semana. Señaló que la provincia clave para determinar el resultado es la de Buenos Aires, el primer distrito electoral con 37% del padrón. En las elecciones participarán un total de seis candidatos que engloban al peronismo disidente, la centroizquierda y la izquierda radical.