Daniel Contreras Palma

Desde el oasis Quillagua y sus cráteres en el Desierto de Atacama, el observatorio astronómico ALMA a 5 mil metros de altura, la provincia La Última Esperanza (Región de Magallanes y la Antártica Chilena), hasta desembarcar en el puerto de Valparaíso y finalmente amanecer en algún paisaje londinense, es parte del periplo que delineó la artista visual Dagmara Wyskiel para su más reciente obra "Juego Mixto".

La surrealista intervención de la artista polaca residente en Antofagasta, donde una pelota gigante de golf de 12 metros de altura y casi dos toneladas de peso interviene espacio abierto, siendo una metáfora sobre nuestra pequeñez como seres humanos, ya sea frente al Universo o frente a los poderes políticos y económicos que nos gobiernan, acaba de completar su segunda parada de la travesía en la altura del observatorio ALMA, un proyecto realizado en junio de este año y que significó ser la primera instalación artística que convive con las antenas del observatorio en el llano de Chajnantor.

Un intenso trabajo (financiado a través del FNDR 2% Cultura) que la artista visual polaca decidió compartir con el público Antofagasta en una instalación de tres vídeos de gran formato, cada uno con su línea de sonido, las que se van fusionando y envolviendo al espectador, revelando todo el proceso de una propuesta única, que podrá ser visitada en el Centro Cultural Estación Antofagasta de martes a domingo de 10:00 13:30 y 15:30 a 19:00 horas hasta el 11 de noviembre.

¿Qué significado tienen estos destinos en su obra?

-Hay cuatro paraderos que son muy significativos. Uno es la pampa donde nace el proyecto que simboliza la desproporción entre el ser humano trabajador y el dueño de la salitrera. De ahí va por preguntas trascendentales a 5 mil metros de altura donde estas antenas también buscan respuestas a las preguntas de adónde vamos, de dónde venimos y si estamos solos en el Universo. Ahora cada uno tiene que responderse a la pregunta de qué es.

Después el otro extremo de Chile muy complejo para dominar, pero también muy rico. Finalmente lo que se viene es Valparaíso donde la pelota baja del continente al mar rumbo a Europa para aparecer en un paisaje londinense.

¿Cómo fue la experiencia de realizar esta intervención en ALMA?

-De hecho mucha gente ni siquiera puede subir porque primero hay que pasar por un examen médico muy riguroso. Aun así hay gente que no puede subir y tiene que bajar. Entre nosotros (el equipo) nos hacemos llamar artistas de alto rendimiento porque no es fácil trabajar con un objeto que pesa casi dos toneladas a 5 mil metros de altura sobre el nivel del mar y con cero grado de temperatura. Fue un desafío que enfrentamos bien, así que bien por eso.

De los tres paraderos ya realizados tengo un material hermoso. En ese sentido, estoy muy contenta con el resultado, sobre todo en el caso de ALMA, que es lo que estamos compartiendo con el público antofagastino con esta exposición.

¿Cuáles son los futuros proyectos que se vienen?

-Siempre hay nuevos proyectos nuevos en carpeta. Las obras son como hijos como el adolescente que anda solo por el mundo y de repente te manda algún saluda de alguna parte. Otro que uno está amamantando, que es el más cercano. Pero inmediatamente uno se da cuenta que ya se viene otra cosa. Va a ser un proyectan tan ,o si no más complejo que Quillagua. Lo que sí puedo adelantar es que me gustaría hacer una obra permanente y me gustaría montarla en el pueblo de Quillagua.

"Finalmente lo que se viene es Valparaíso donde la pelota baja del continente al mar rumbo a Europa para aparecer en un paisaje londinense".

Dagmara Wyskiel, Artista visual