¿Calidad o Capital en Educación?
Hoy en día hablar de educación o hablar de calidad en educación se traduce a símbolos pesos, de igual forma hablar de calidad en educación es referirse a un paradigma neopositivista, el cual sustenta un enfoque capitalista, que sin duda, se enmarca en realizar mediciones superfluas plasmadas en evaluaciones estandarizadas y que dejan de lado las reales problemáticas al momento de hablar de una educación de calidad, mediciones que actúan como premios o castigos al momento de rotular una institución educativa y que entregan una especie de radiografía de nuestros colegios presentándolos como buenos o malos y categorizándolos de acuerdo a su nivel socio cultural.
Actualmente es más cómodo medir la calidad de los aprendizajes con parámetros que se alejan de la realidad, ignorando la existencia de factores estructurales que envuelven los entornos educativos, los cuales derivan e impactan netamente desde lo social. Hemos dejado de lado aspectos fundamentales como el nivel socioeconómico de los padres, la pobreza del barrio o simplemente el bajo capital cultural presente en nuestros alumnos, lo cual no es tomado en cuenta dentro de este contante bombardeo de mediciones al cual sometemos día a día a nuestros estudiantes, condicionándolos a ellos mismos y a las instituciones a una supuesta calidad.
Debemos preocuparnos de lo medular y realizarnos la siguiente pregunta ¿Qué es lo primordial para nuestro sistema educativo actual? ¿Calidad o capital? Sin duda que lo contingente está más bien enfocado a un capital monetario, que prevalece en el inyectar recursos que muchas veces casi resulta azaroso y la constante búsqueda de la gratuidad un tanto dispar en todo ámbito educativo, que no asegura calidad alguna dentro de la formación inicial docente, prácticas pedagógicas, y por sobre todo la formación constante de nuestros estudiantes.
Rolando Molina Martínez
Dr. En Ciencias de la Educación