Hay noticias que realmente nos cambian la vida. Y, escuchar la voz del diputado Marcos Espinosa quien nos decía: "Lo logramos, señora María, lo logramos", fue todo un acontecimiento. "El Aeropuerto de Antofagasta ya puede llamarse "Aeropuerto Andrés Sabella ", me decía, muy emocionado.

Por desconocimiento, pensábamos que podríamos conseguir el cambio para cuando don Andrés conmemorara su Centenario. El senador Carlos Cantero presentó este proyecto en el Senado de la República el día en que se cumplía el aniversario número 99 del nacimiento de Sabella. Don Carlos hizo la presentación destacando al poeta, al maestro, al amigo. Diversas comisiones del Senado investigaron y analizaron la factibilidad del cambio de nombre. Con los resultados, la nueva denominación fue aprobada por unanimidad.

Luego vino un largo período en que nuestro proyecto quedó dormido entre muchos otros. Nos contactamos con el diputado Marcos Espinosa, miembro de la Comisión de Arte, Cultura y Comunicaciones de la Cámara de Diputados, le planteamos lo del proyecto y, con mucho entusiasmo, lo hizo propio. Vino un período de reuniones, cartas, solicitudes, y la tensa espera. Estaba en tabla cada semana, pero surgían otros temas urgentes y no se alcanzaba a tratar.

Decidí viajar el 29 de septiembre y esperar. Y, casi entrando el bus a Valparaíso, recibí un llamado del diputado Espinosa, quien me anunciaba que ya estaba aprobado. Y la invitación para ir de inmediato al Congreso, a recibir actas y documentos. Y una anécdota: con emoción y lágrimas en los ojos, llamé a Antofagasta, a Santiago, avisando la increíble noticia. Mis hijos, los literatos más cercanos, los periodistas, llamaban para confirmar.

Y, al descender del bus, un amable señor me indicó: "Sra. Allí queda el servicio de custodia, al cruzar la calle hay una peluquería y luego retorna por la otra calle al Congreso". "Perdón, señor, ¿cómo sabe usted lo que voy a hacer?" "Señora: no solamente lo sé yo. Todo el bus se enteró del Aeropuerto Andrés Sabella y de sus planes" ¡Qué vergüenza! ¡Y yo juraba que sólo hablaba por celular! ¡Nadie me dijo que, con la emoción, estaba gritando! jajajaja.

Pero esta es una columna seria. Ustedes se preguntarán ¿Qué significa el nombre del poeta para nuestro Aeropuerto? Primeramente, siempre luchamos contra el centralismo. Hoy, nuestro Aeropuerto recibe el nombre de un antofagastino, de un hombre de nuestra tierra, nacido y criado aquí, mecido por el sonido del mar, iluminado por nuestro sol nortino, en cuyas venas corre yodo, salitre y cobre.

Sabella es un humanista; es el poeta que, al cambar el nombre a toda nuestra región y llamarla Norte Grande, cambió la geografía de Chile; el poeta que puso el nombre de Antofagasta en los principales círculos literarios del mundo; es uno de los creadores de la Carrera de Periodismo de la Universidad del Norte; uno los forjadores de los Institutos Universitarios, antecedente de la Universidad de Chile sede Antofagasta, hoy Universidad Antofagasta, creador del término "antofagastinidad".

Dicho de otra manera, dar el nombre de nuestro vate a un sitio público tan importante, es reconocer al habitante de nuestra tierra, su dedicación, su esfuerzo, su don para transformar este desierto inhóspito en un lugar apropiado, agradable, acogedor para vivir.

Merece ser destacada la defensa y la fuerza, con que el senador Carlos Cantero Ojeda presentó y defendió este proyecto en el Senado, logrando su aprobación, abriendo todo un cúmulo de esperanzas.

De igual modo, debe ser destacado el empuje con que, en la Cámara de Diputados, don Marcos Espinosa rescató y puso en tabla el proyecto, insistiendo, hasta lograr su aprobación.

Los nombres de los ganadores de premios, aunque sean muy importantes, se olvidan. El nombre de don Andrés Sabella permanecerá para siempre anclado a nuestro desierto.

Este es un reconocimiento a los habitantes de nuestro amado Norte.

"Andrés Sabella abre al mundo la puerta de su Norte Grande".

María Canihuante Vergara

Curadora del Patrimonio

Andrés Sabella