Jonathan Villella Coyán
Prácticamente siete de cada diez personas en Antofagasta tiene una cuenta Facebook.
La plataforma es, por lejos, la más exitosa de la zona y el mundo, donde registra más de 1.400 millones de usuarios.
En Chile, el 91,4% de los usuarios de internet ha creado una cuenta en la red social Facebook, según información revelada por la misma entidad.
De acuerdo al portal de estadísticas de redes sociales 'Owloo', serían alrededor de 11 millones de personas, a nivel nacional, los usuarios de esta red, posicionándonos como país en el lugar 32 del ranking mundial de usuarios.
Antofagasta
En Antofagasta son 300 mil los usuarios que, a diario, con un promedio de 14 minutos por conexión, visitan la plataforma para revisar diversos contenidos y entablar conversaciones, según el registro de Owloo 2015.
La cifra es impresionante si se considera que, citando al INE, la proyección de población de la comuna al 2015 alcanza las 390 mil personas.
Algunos de los grupos más populares dentro de la comunidad local son: 'Feria de las pulgas online'; grupo público con 143.764 miembros.
También destacan 'Antofagasta Región Autónoma de Chile', con 43.409 integrantes; y 'Se busca trabajo Antofagasta'; con 13.681 miembros, entre otros.
La estadística también arroja que en Calama los usuarios superan los 100 mil, mientras que en Tocopilla bordean los 13 mil. Se trata de las únicas tres comunas de la región analizadas por Owloo.
Este fenómeno se funda principalmente en la cantidad de conexiones que hay en el país. Según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel), a marzo de 2015 los accesos a Internet alcanzaron 11,5 millones, registrando un crecimiento anual de 25,4%.
Antofagasta, en tanto, es históricamente la región que presenta la mayor tasa a nivel nacional por sus mayores ingresos económicos.
Debe precisarse que no todas las cuentas de Facebook están permanentemente activas o en uso recurrente. En efecto, muchas sólo fueron creadas, pero no tienen mayores modificaciones, lo que implicaría que el número de verdaderos usuarios es menor.
Vida personal
La doctora en Ciencias Sociales, investigadora de géneros y académica de la Universidad Católica del Norte, Paulina Salinas, comentó el alcance que tienen estas plataformas en la vida de los usuarios.
La experta explica que la "mercantilización de la vida personal" podría ser el factor que empuja a las personas a compartir datos tan íntimos de manera pública.
"En las relaciones afectivas existen lógicas que se han trasladado del mercado a la vida privada. Hay mayores niveles de negociación o compromisos, la gente gestiona su afectividad y, dentro de eso, ves que en los medios de comunicación hay todo un negocio asociado a la vida íntima, como en el caso de la televisión, y por supuesto que las redes sociales no están ajenas a esa tendencia que hoy está globalizada", precisó.
Riesgos
También indicó cuáles son algunos riesgos de exponer públicamente aspectos tan íntimos de la vida personal, lo que puede devenir "en situaciones traumáticas y bajas de autoestima serias".
"Lo que la gente, tal vez, aun no logra dimensionar, son los costos asociados a esa manera de gestionar la intimidad. Hay costos altísimos. Ha pasado en algunas ocasiones que se han develado situaciones muy personales, lo que ha puesto en discusión la reputación de las personas. Yo creo que en eso hay poca responsabilidad, tanto de los receptores como de los emisores", esgrimió la catedrática.
El psicólogo Andrés Music comentó que las redes sociales, sobre todo Facebook, son una plataforma donde las personas, principalmente los adolescentes, pueden compartir lo que les pasa, sus sentimientos, en una sociedad "cada vez más impersonal".
"Estamos en una sociedad que mayoritariamente es egocéntrica, donde cada uno está enfocado en lo suyo. Este ejercicio de escribir cosas personales en Facebook es buen reflejo de la manera en que nos relacionamos en esta época", precisó.
Además comentó que en el caso de los adolescentes, la plataforma es una vía de expresión para poder decir o comunicar algo que probablemente en sus hogares, en el colegio o en otros ámbitos de su vida cotidiana, no pueden decir libremente.